Entre el 3 y el 12 de enero se ofrecieron en la zona de teatros Daehakno de Seúl siete obras interpretadas por distintas compañías teatrales infantiles en el marco de la décima edición del Festival de Invierno Assitej. Assitej son las siglas de la Asociación Internacional de Teatro para la Infancia y la Juventud; una asociación creada en 1965 bajo el paraguas de la UNESCO, cuando la sede de esta organización estaba en París. Assitej congrega unas 3.000 compañías de espectáculo infantil y juvenil de 86 países de todo el mundo. Corea se asoció en 1984 y es el único país que organiza dos festivales Assitej al año, uno en verano y otro en invierno. El de verano es el más antiguo, ya que tiene 23 años, y el de invierno es más reciente, y cuenta con 10 años. El festival de verano es internacional y en su mayoría, las actuaciones son de compañías extranjeras. Pero a partir de este año, el Festival de Invierno Assitej fue renovado por completo; y en vez de presentar obras experimentales o a invitar compañías teatrales extranjeras, concursaron las principales obras infantiles y juveniles nacionales para elegir la mejor. Su meta no sólo busca divertir a los niños; sino invitarles a reflexionar sobre temas importantes, que también incumben a toda la sociedad, como son la violencia escolar, las mujeres de solaz o la división peninsular. Algunas de las obras presentadas en la edición de invierno de este año fueron las siguientes: “Gaettong al otro lado de la montaña”, que trata sobre la realidad de la división peninsular; “Tierra descalza”, que trata del tema de la paz a través de las historias de Dori y Tori, que viven en la zona demilitarizada; “Abuela Flor”, que es una conmovedora historia sobre una mujer que fue forzada para ser mujer de solaz del ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial; y “Cruel historia de adolescentes”, un musical de rock que trata el tema de la violencia escolar. Por su parte, el musical infantil de música tradicional “El tigre de cejas blancas”, narra un cuento infantil en forma de pansori.



En esta última, la trama no se teje sobre el escenario como en una obra teatral convencional; sino que aparecen cantores en escena, que cuentan la historia mediante el canto y la palabra. Así, a través de la imaginación, los niños recrean en su cabeza las imágenes que la obra les sugiere. Gracias al festival Assitej que se realiza dos veces al año, el nivel de las obras y de las compañías teatrales infantiles se ha elevado notablemente. Bien sea en materia de técnica narrativa, de expresión o de mecanismos teatrales, todo se renueva y mejora cada año que pasa. Por esta razón, se puede decir que Assitej está contribuyendo a potenciar un tipo de espectáculo infantil y juvenil, que no es comercial; sino más artístico y más cuidadosamente realizado.