La de este año fue la edición número 41 del Festival Internacional del Cómic de Angulema. Angulema es una ciudad francesa de unos 40.000 habitantes que se encuentra a 440 km al suroeste de París, pero cuando comienza el festival congrega hasta unas 200.000 personas de todo el mundo. Es el festival del cómic más grande del mundo y es uno de los cinco festivales más importantes de Francia. Este año se cumplen cien años del comienzo de la Primera Guerra Mundial, por lo que el tema del Festival fueron las destructivas consecuencias de la guerra para la Humanidad.



Durante la Segunda Guerra Mundial, Corea sufrió toda clase de atrocidades bajo el dominio japonés; y una de las más terribles brutalidades cometidas por Japón, fue forzar a niñas y jovencitas de Corea y otros países de Asia a la esclavitud sexual, para satisfacer las urgencias sexuales de su ejército. Bajo el título de “Flores que nunca marchitan”, la exposición muestra a través de ilustraciones, las conmovedoras y terribles historias personales de estas víctimas, ahora ya ancianas de casi 90 años. Actualmente sólo quedan con vida 55 ancianas, que fueron mujeres de confort del ejército japonés. Aunque han elevado sus voces miles de veces para exigir una disculpa oficial por parte de Japón, hasta ahora sólo han encontrado silencio y negación por parte del gobierno japonés. En la preparación de la muestra participaron 19 caricaturistas. Algunos de ellos ya eran buenos conocedores del tema, pero otros tuvieron que ponerse a estudiar en detalle ese doloroso capítulo de la historia contemporánea coreana. A través de distintos medios como dibujos, animaciones, historietas, documentales e instalaciones artísticas, expresaron las historias de las víctimas de la esclavitud sexual. En total fueron 24 obras las que se presentaron en la muestra realizada en el Festival Internacional del Cómic de Angulema. El director Kim Jun Ki realizó un corto de animación de 11 minutos de duración con el título de “Historia de una muchacha”.



En él utilizó la grabación de las declaraciones que realizó la anciana Jeong Seo Un, que fue llevada a la isla de Java y forzada a ser una esclava sexual del ejército japonés. Como al principio se negaba, los japoneses la convirtieron en adicta al opio para reducirla. La exposición duró cuatro días y fue vista por la increíble cantidad de 17.000 personas, quienes se indignaron y lloraron viendo esta animación y recorriendo la exposición. El cómic es habitualmente conocido como un género trivial de diversión y entretenimiento, pero la reciente muestra realizada en Francia demostró que este medio de expresión puede ser muy eficaz para llamar la atención de la gente sobre temas sociales e históricos importantes. Animados por el éxito de la muestra del Festival de Angulema, la exposición volvió a inaugurarse en Corea, a partir del 18 de febrero en el Museo del Cómic que se encuentra en Bucheon.