Los apartamentos acaparan el 60% de los tipos de vivienda que existen en Corea. En otras palabras, los apartamentos se han convertido en la forma residencial más común de este país. En Corea los apartamentos nacieron y se desarrollaron a la par de la industrialización del país. En los años siguientes a la emancipación, la población se concentró masivamente en Seul y la falta de viviendas hizo que aparecieran muchas villas con urgencia.



Entonces los apartamentos respondieron a la escasez de viviendas y espacio habitable. La era de los apartamentos propiamente dicha comenzó en los años 60. En esta década, los apartamentos estaban dirigidos a las clases menos pudientes, pero a partir de los años 70, los destinatarios de los apartamentos fueron las personas de clase media. En las décadas siguientes a los años 80 y 90, la construcción de apartamentos alcanzó su cota más alta, gracias a los proyectos de desarrollo del área suburbana. Vivir en un apartamento es conveniente y confortable, pero también implica vivir más aislado. Los vecinos apenas se conocen y todavía más difícil hacer amistades. Los complejos de apartamentos empezaron entonces a proveer a los residentes de instalaciones culturales, deportivas y educacionales a partir del año 2000. Los más recientes tienen plazas de juego, bibliotecas, senderos para pasear, gimnasio, piscina y sauna; y a veces incluso un cine y un centro de compras.



Esta sala de tenis de mesa que se encuentra en un complejo de apartamentos de la zona oeste de Seúl, siempre está llena de residentes practicando este deporte. Como todos los miembros del club viven en el mismo complejo de apartamentos, siempre tienen mucho en común para hablar y comentar. Comparten meriendas, charlan y se saludan animadamente si se encuentran por la calle. Este otro complejo de apartamentos tiene un club de coro que acerca a los residentes. Una música profesional ya retirada dirige el coro de forma voluntaria, y el piano que utilizan fue donado por un residente. Este complejo de apartamentos posee más de 20 clubes para sus residentes. Allí practican yoga, danza, tenis de mesa, ocarina, etc. Si los residentes desean crear un nuevo club, no tienen más que proponerlo en la reunión de vecinos y encontrar un profesor que quiera dar las clases de manera voluntaria. Como se puede apreciar, los clubes comunitarios son la clave para romper el hielo y añadir calor humano a esas frías soluciones habitaciones de vidrio y cemento que son los apartamentos.