Nong-ak, la música tradicional campesina de Corea, ha sido la fuente del entusiasmo y la algarabía de este país. El pasado 27 de noviembre, en la novena reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de UNESCO, celebrada en París (Francia), nong-ak, la música tradicional campesina de Corea, fue inscrita como patrimonio cultural intangible de la Humanidad. Con esto, Corea del Sur posee 17 patrimonios intangibles registrados en dicha lista, tales como el rito al santuario Jongmyo jerye(종묘제례) y su música, el festival de Dano de Gangneung, la danza del Gangangsullae(강강술래), la cetrería, el taekkyeon (arte marcial típico de Corea), el arirang, la cultura del kimjang y el pansori, entre otros.



UNESCO reconoció las características del nong-ak, un patrimonio inmaterial vivo cuya tradición se ha venido conservando de generación en generación, y se ha venido recreando incesantemente como consecuencia de la interacción recíproca entre la comunidad, la naturaleza y la historia. Otro factor que ha reforzado su inscripción en el listado de patrimonios intangibles, es que es una expresión artística típica del sector rural de Corea, que se ha gestado en el seno de la vida en comunidad y por la cual el pueblo siente gran orgullo.
Nong-ak es un tipo de música que sirve para animar las labores comunitarias o las procesiones fúnebres y por ende estaba presente en las ceremonias a los ancestros de la aldea, los festivales y rituales para alejar los malos espíritus y pedir bendiciones para la comunidad.
Este género musical se clasifica según cinco regiones culturales que son los nong-ak de Gyeonggi-Chungcheong, Gangwon-Yeongdong, Yeongnam, Honam del oeste y Honam del este, respectivamente. Sin embargo, aunque pertenezcan a una región en particular, cada aldea posee sus propios ritmos y estilos de nong-ak, variando también la composición de las bandas de músicos, sus vestimentas, ornamentos e instrumentos. Por esta razón es casi imposible contar con exactitud cuántos tipos de nong-ak existen en Corea.



En las aldeas tradicionales, el nong-ak cumplía la función de lograr la armonía comunitaria. Actualmente esta música típica se transmite a través de clubes de aficionados, en las clases de escuelas primarias y secundarias o a través de cursos de música tradicional. Hay diversas formas de propagación de este género musical típico, también a nivel privado; o sea que gente común y corriente se interesa y aprende por su cuenta sobre el nong-ak.
El nong-ak vive y respira logrando la armonía entre la cultura tradicional y la modernidad de nuestros días. Justamente éste fue el punto más atractivo que consideró la UNESCO, el factor decisivo para integrar este arte en la lista de patrimonios inmateriales de la Humanidad.