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Cultura

Nam Hak, el bufón feo de voz melodiosa

2019-07-24


El estudioso del pansori Shin Jae Hyo de fines del período Joseon citó cuatro condiciones para ser un buen bufón -como se llamaba entonces a los artistas del entretenimiento-: ser bien parecido, tener facilidad de palabra, cantar bien y tener un buen manejo del escenario. Son las mismas condiciones que caben esperar en la actualidad de un artista del mundo del espectáculo. La apariencia era un requerimiento todavía más importante cuando se trataba de actuar delante de la realeza y los nobles. Sin embargo, hubo bufones que se hicieron muy famosos a pesar de su fealdad. Un caso renombrado es el de Nam Hak, del que se dice que se parecía a un demonio llamado “Bangsangsi”, cuya máscara se usaba en las procesiones reales o fúnebres para alejar a los malos espíritus. Es difícil imaginarse una cara que causaba semejante miedo y espanto, pero las descripciones de Nam Hak dicen que tenía los ojos de un perro loco, la nariz de un león y la barba de una cabra vieja. Sin embargo, en contraste con su aspecto, tenía una voz tan dulce y melodiosa que a menudo le encargaban la voz femenina en las actuaciones. 

“Amor, mentiras” - Han Hyo Joo 


El estudioso confucianista Lee Ok describió la voz de Nam Hak como el canto de una alondra en una rama de ciruelo y como una campanita de cristal que suena al soplo del viento. Por su parte, la gente solía decir que cuando escuchaban su voz y cerraban los ojos, se imaginaban a la mujer más bella del mundo. Puede que piensen que la voz lo salvó de la fealdad, pero si lo pensamos en términos de la época en que vivió, debió ser bastante humillante que lo hicieran cantar con voz de mujer. Sin embargo, en lugar de sentir lástima de sí mismo, Nam Hak supo reírse y sacar el mayor provecho de la incongruencia que había entre su voz y su cara. Por ejemplo, sorprendió con su voz y su fealdad a las gisaeng o cortesanas más renombradas de Hanyang, como se llamaba Seúl en esa época, pero esto se lo contaremos después de escuchar el próxima tema. Se trata de una canción que incita a beber. 

“Toma un trago” - Modern Gagok.


Un día Nam Hak y sus amigos idearon un plan para engañar a las gisaengs más famosas de Hanyang. Nam Hak se vistió de mujer y se quedó en una habitación a oscuras, mientras sus amigos se encargaron de llevar a las cortesanas a ese cuarto. Nam Hak comenzó a cantar y las gisaengs se quedaron maravilladas. Las gisaengs eran grandes profesionales del canto, así que supieron reconocer al instante su talento. Nam Hak cantó alrededor de 20 canciones y se ganó el entuasiamo de las cortesanas, que encendieron las lámparas para ver de cerca a la la eximia cantora. Sin embargo, cuando descubrieron que era un hombre y que además tenía una cara tan horrible, algunas se pusieron a llorar y otras salieron corriendo de la habitación. El que se encargó de difundir la anécdota fue el propio Nam Hak, que la contaba muerto de la risa por haber asustado a esas mujeres curtidas por la vida. 

“Monólogo de una vieja caña” - Kim Nari

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