La música nos hace sentir bien y suaviza el ambiente. Prueben ver una película de terror sin la música y comprobarán que no produce nada de miedo. Así de grande es el influjo de la música sobre nuestros sentimientos. Los antiguos conocían este poder y pensaban que se podía fomentar la paz y la armonía si se educaba al pueblo con la música adecuada. En la misma tónica, consideraban que los instrumentos musicales eran regalos enviados por el Cielo. Cuando Ureuk del reino de Gaya se exilió a Silla con el gayageum, en lugar de despreciar el instrumento por provenir del enemigo, el rey Jinheung de Silla ordenó que los músicos de su corte aprendieran a tocar, cantar y bailar con esta cítara. Durante el período de Silla Unificada, es decir, durante los siglos VII y X, el músico Ok Bo Go se internó durante 50 años en los montes Jirisan para ejercitarse con el geomungo, la cítara del antiguo reino de Goguryeo. Su arte se transmitió a un único discípulo y de este a otro discípulo llamado Gwigeum. Temiendo que la tradición del geomungo se perdiera, el rey de Shilla Unificada comisionó a Yun Heung, gobernador de Namwon, para que se encargara de la preservación del geomungo. Yun Heung envió a dos músicos muy buenos para que se convirtieran en discípulos de Gwigeum, pero al negarse este a enseñarles, Yun Heung fue en persona y se hincó de rodillas para rogarle que les transmitiera el arte del geomungo. Gracias a los desvelos de los antiguos por preservar la música y los instrumentos musicales, hoy podemos disfrutar de las cítaras gayageum y geomungo. 

“Movimiento en el reposo” - Geomungo Factory

Los tres instrumentos de cuerdas más populares en el período de Silla Unificada fueron el gayageum, el geomungo y la bipa. Los dos primeros se transmitieron hasta nuestros días, pero no así el tercero. La bipa tiene la forma de una gota de agua y un cuello o mástil bastante largo. Se parece a la guitarra por su apariencia y también por la manera de tocar. Con la mano izquierda se presionan las cuerdas contra el mástil y con la derecha se pulsa las cuerdas con una púa de madera o suldae o se las rasga con los dedos. Aunque no se haya transmitido hasta la actualidad, la bipa fue popular durante mucho tiempo en Corea, como se puede comprobar en el hecho de que uno de los Cuatro Guardianes del Cielo que custodian los templos budistas siempre aparece representado con una bipa. Como se han transmitido instrumentos similares a la bipa en China y Japón y otros países de Asia, algunos músicos coreanos modernos han incorporado el instrumento a sus composiciones. Un ejemplo es el siguiente tema:

“Canta un pájaro en la montaña” - Ensemble The Ryu

¿Perciben que la bipa suena bastante diferente al gayageum y al geomungo? La verdad es que es un sonido bastante exótico para los coreanos. Ahora nos referiremos a los tres instrumentos de viento más populares de Silla. Son las flautas de bambú daegeum, junggeum and sogeum. Estos instrumentos se tocan en diagonal, como la flauta traversa, y sus nombres indican el tamaño. De los tres solo se ha transmitido el daegeum, que es el más grande y, por tanto, el que produce las notas más bajas. El sonido áspero y estridente característico de esta flauta de bambú lo produce una lámina de junco que cubre un orificio llamado cheonggong. El maestro del daegeum Park Jong Ki de fines del período Joseon creó el sanjo de daegeum, que es un solo libre e improvisado que se interpreta con esta flauta. Su nieto, el maestro Park Hwan Young, recuperó las creaciones de su abuelo. 

“Sanjo de daegeum de Park Jong Ki” (jungmori y jajinmori) - Park Hwan Young