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Cultura

Las cítaras geomungo, gayageum y yanggeum

2021-06-02

Las cítaras geomungo, gayageum y yanggeum

El rey Sejo alcanzó muchos logros en diversos campos, de modo que se puede decir que fue un hijo digno de su padre, el Gran Rey Sejong. Sin embargo, su reinado no es recordado por esos logros, sino por la manera violenta en que ascendió al trono. En primer lugar, destronó y ordenó la muerte de su joven sobrino Danjong y de los vasallos que lo defendieron, quienes pasaron a la historia como los Seis Vasallos Muertos. Entre ellos estaban Park Paeng Nyeon y Seong Sam Mun, en cuyas casas crecían pinos que habían plantado ellos mismos. Estos pinos sobrevivieron a la persecución que sufrieron sus dueños y sus familias, creciendo grandes y saludables. Trescientos años después, durante el reinado de Yeongjo, se les restituyeron el honor y los títulos tanto al joven rey destronado Danjong como a los vasallos que murieron defendiéndolo. Entonces, como si hubieran cumplido con su misión de preservar el honor de sus dueños, ambos pinos se secaron. El estudioso Seong Dae Jung tomó la madera de estos pinos y fabricó un geomungo que llamó “ssangjeolgeum”, cítara de la doble lealtad”. Hizo un geomungo y no otro instrumento porque era el que mejor expresaba el espíritu de los nobles confucionistas o seonbi. 

“Sangnyeongsan” (fragmento de “Yeongsanhoisan”) - Park Young Seung en el geomungo y Lee Seung Hun en el piri


Las cuerdas de la cítara geomungo son más gruesas que las de otros instrumentos de cuerdas tradicionales. Por otro lado, el instrumento no se toca pulsando las cuerdas con los dedos, sino golpeándolas con un plectro de bambú llamado “suldae”, por lo que produce sonidos llenos de vigor y resonancia. Seguramente fue por esta particularidad que el geomungo se convirtió en el símbolo de la integridad y el espíritu de los nobles confucionistas. El confucionismo le confería una gran importancia a la música por su poder de educar y dulcificar la naturaleza humana, por lo que todos los nobles tenían conocimientos básicos de música y disfrutaban mucho con ella. Algunos incluso podían tocar con gran maestría, componer música y fabricar sus propios instrumentos. El estudioso y poeta Yun Seon Do, autor del “Eobusasiga”, “Canción de las cuatro estaciones de los pescadores”, fue uno de ellos. Un día encontró un viejo gayageum. Estaba sucio, medio quemado y había sufrido los embates de la intemperie, pero cuando pulsó sus cuerdas, un sonido cristalino como el hielo se propagó por el bosque. Lo sabemos porque compuso una canción sobre el suceso. Lamentablemente la música se perdió y solo se conservó la letra. 

“Jajinmori del sanjo de gayageum al estilo de Choi Ok Sam” - Kim Il Ryun


Los miembros de las delegaciones diplomáticas de Joseon que iban a China solían traer en su viaje de vuelta un instrumento de cuerdas de forma trapezoidal llamado “yanggeum”. Era una cítara de origen europeo, por lo que la llamaban también “guracheolsageum”, que significa “cítara de cuerdas metálicas de Europa”. En efecto, a diferencia de las cítaras coreanas gayageum y geomungo, cuyas cuerdas eran de seda, el yanggeum tenía cuerdas metálicas. Sin embargo, como su sonido no combinaba bien con la música local, nadie tocaba los “yanggeum” y quedaban arrinconados. En las postrimerías de Joseon, hubo un noble llamado Hong Dae Yong que estudió la manera de tocar el “yanggeum” de manera que armonizara con la música de Joseon. Lo sabemos porque su amigo Park Ji Won documentó el proceso anotando la fecha y hora exacta. Gracias a Hong Dae Yong, el “yanggeum” se incorporó a la música coreana y llegó a nuestros días. Los dejo con esta composición moderna de yanggeum:

“Aeryeon” - Jeong Myeong Sun en el yanggeum

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