Probablemente los primeros instrumentos musicales del ser humano fueron los de percusión. Al principio golpeaban piedras o troncos de madera para acorralar a las presas durante una cacería o para avisar de un peligro inminente. Luego, con el desarrollo de la cultura, hacían resonar los instrumentos de percusión para que sus rezos llegaran mejor a los oídos de los dioses. Hoy conocerán los sonidos de algunos instrumentos de percusión tradicionales de Corea a través de distintas piezas musicales. La primera de ellas se llama “Jeongdaeeop” y es parte de la música ceremonial que se tocaba en el santuario Jongmyo cuando se ofrecían oficios religiosos en honor de los antiguos reyes de la dinastía Joseon. Esta música ceremonial se divide en Botaepyeong, que ensalza los logros académicos de los monarcas, y Jeongdaeeop, que recuerda sus hitos militares. Estas ceremonias de veneración a los reyes de la dinastía eran muy importantes y seguían un estricto protocolo. La composición instrumental de la orquesta era muy particular y se tocaban instrumentos que no se utilizaban en los actos ordinarios. En los tiempos antiguos, el sonido del tambor señalaba el avance del ejército, mientras que el sonido del gong señalaba la retirada. Por esta razón, al comienzo del “Jeondaeeop”, antes de que hagan su entrada los otros instrumentos, se toca diez veces un enorme tambor llamado “jingo”; y al finalizar, se toca diez veces el gong. 

Tres movimientos del Jeongdaeeop - Orquesta de Música Cortesana del Centro Nacional Gugak

Durante la ceremonia del santuario Jongmyo, primero se interpretaba el Botaepyeong, es decir, la música que ensalza los logros académicos de los reyes, pues el reino de Joseon era un estado confucionista y, como tal, le daba más importancia a los estudios y a las letras que a los logros militares. La señal de comienzo del Botaepyeong la daba un instrumento de percusión llamado “chuk”, una caja de madera que se hacía resonar con un palo insertado en su interior. La señal de finalización lo marcaba otro instrumento de percusión de madera llamado “eo”, que tenía la forma de un tigre y se tocaba frotando un palillo de bambú contra la espina dorsal dentada del animal. A continuación escucharemos un pasaje del pansori “La canción de Chunhyang”. El pansori es un género vocal que se interpreta con el único acompañamiento musical de un tambor, el cual ayuda a mantener el ritmo y el vigor del cantante. El tamborista también lanza unos gritos, llamados “chuimsae”, con la finalidad de animar la narración y el canto. El pasaje que escucharemos hoy son los lamentos de la joven Chunhyang tras la partida de su amado Lee Mongnyong a Hanyang, es decir, a Seúl, para continuar sus estudios. 

“La canción de Chunhyang” - Choi Seung Hee con Kim Myung Hwan en el tambor

La última pieza que escucharemos es la música de un rito chamánico, que es una ceremonia en la que un chamán convoca a los dioses y los espíritus para que sean propicios y hagan realidad los deseos de la gente. Con el fin de complacer a los espíritus, se los agasaja con alimentos, música y danzas. En Corea, la mayoría de los chamanes son mujeres y los intérpretes de la música suelen ser hombres de su propia familia que poseen talento musical y son grandes conocedores de la música chamánica. Hoy escucharemos la música del rito Byeolsingut, que se realiza en la Costa Este de Corea y se caracteriza por el uso predominante de los instrumentos de percusión. Escucharemos la parte que se llama “Cheongbo”, en la que se convoca a los dioses a participar en el rito. La mezcla de los sonidos del gong de mano kkwaenggwari y del tambor con forma de reloj de arena o janggu crea tanta tensión y dinamismo que parece que en cualquier momento fueran a hacer su aparición los espíritus. 

“Cheongbo” (Byeolsingut) - Voz de Seo Hana