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Cultura

Oh Yu Kwon, “El vendedor de arroz”

2022-11-01

ⓒ Getty Images Bank

Como cada mañana, el mercado bullía de personas que vendían y compraban desde bien temprano. Era el tan esperado mercado que abría solo una vez cada cinco días. 

Estaban los que llegaban tarde y se peleaban por los mejores lugares, un hombre sudoroso que vaciaba los sacos de arroz, un vendedor que gritaba precios con descuento, un comprador que regateaba el precio del arroz… Entre tanto alboroto, un hombre con fuerte acento del norte de vez en cuando hablaba a los compradores.

-Nuestro arroz es el mejor. ¿Cuánto quiere? 

Cada vez que ese tipo lograba atraer a los clientes, el vendedor flaco de la tienda de enfrente no podía contener su enfado.



-Oigan, oigan. Vengan a ver nuestro arroz. Tenemos granos de arroz duros como piedras –gritó el hombre flaco. Estaba tan borracho que seguía arrastrando las palabras. El hombre norteño le miraba con una sonrisa. 

El vendedor flaco pensó que se sentiría mucho mejor si saltaba sobre la engreída cara del recién llegado para morderle la nariz, pero no tenía coraje suficiente para hacerlo. Se sentía impotente ante los anchos hombros y el grueso cuello del otro. 

-¿Te ríes de mí? Ya verás –pensó. 


“자, 쌀들 사씨요. 막 싸구라 판이요잉...

한 되에 이백 이십 환씩, 돌같이 깡깡한 쌀들 사씨요” 


바야흐로 거나한 술 기분으로 해 얼마든지 연거푸 외쳤다.

윗녁 사내가 넌지시 웃음을 머금고 이쪽을 건너다본다.


당장에 쫒아가 코라도 한 점 물어뜯어 주었으면 꼭 시원하겠다.

그러나 달려들 염만은 도무지 나지 않는 것이었다.

딱 벌어진 어깨와 기어들어가는 듯한 자라 멱에서

자기 모르는 중압감을 느끼곤 하는 것이었다.


“이 놈이 웃다니? ... 좌우간 두고 보자”



Entrevista a la crítico literaria Jeon So Yeong: 

El protagonista, que tiene que mantener económicamente a su familia, odiaba al hombre del norte por ser mejor vendedor que él. Pero el enfado o la desesperación del personaje no proviene de sí mismo ni del otro hombre, sino de la mísera realidad. En esa época, las comunidades rurales estaban sumidas en la pobreza, pero los agricultores son retratados como hombres decentes y con calidez humana. Incluso el protagonista, que estuvo enojado todo el día, termina aceptando la disculpa del otro vendedor y opta por ir a tomar una copa con él. Quizá en el bar esos dos hombres olvidaran de su disputa y bebieran alegremente con otros hombres del vecindario. Oh Yu Kwon describió la sociedad rural de la década de 1950 con genuino afecto, destacando la calidez humana que inspiraba a los miembros de la comunidad a cuidarse unos a otros a pesar de su indigencia.



El hombre norteño también se preparaba para volver a casa. Y en una esquina del mercado, estaba el hijo del hombre flaco que había venido por su padre, como siempre. El hombre del norte caminó hacia ellos.

-Señor, lamento haberle molestado hoy. 

El vendedor flaco no respondió. 

-Por favor, perdóneme. 

-¡Debías haberte portado mejor! 

-Ganarse la vida en un lugar lejos de casa me volvió así. 

-Bueno, en lo que respecta a ganarse la vida… todos estamos en el mismo barco.

-Gracias, señor. Entonces… ¿por qué no vamos a tomar una copa? 

El hombre flaco no reaccionó de inmediato, pero finalmente respondió.  

-Bueno, vamos. 


윗녁 사내도 멍석을 떨고 있었다.

그리고 자기 전 머리에는 집의 아이가

언제나처럼 마중을 나와 있는 것이었다.

윗녁 사내가 이쪽으로 건너왔다.


“아저씨, 오늘은 많이 노하시게 해서 대단 죄송스럽습니다.” 


“.....”


“아저씨 십분 양해하십죠”


“그래도 사람이 경우가 있어야 쓸 것 아니요!” 


“타향에 와서 벌어먹고 산다는 게 그렇게 됐습니다” 


“허기야 그것은 피차 일반인 처지가 아니요만...” 


“감사합니다. 아저씨, 그러면 우리 가 약주나 한 잔씩 나누십시다” 


“....”


“가십시다....”




Oh Yu Kwon nació en 1928 en Naju, provincia de Jeolla del Sur, y falleció en 1999. Debutó como escritor en 1957 con el relato corto “Dos viajeros”. 

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