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Cultura

Oh Young Soo, “Hwasandaegi”

2022-12-13

ⓒ Getty Images Bank

Un día al anochecer, a principios de marzo hasta la llovizna, idónea para que las flores abrieran, resultaba bastante fría para Hwasandaegi. Boksul le aseguró que esa era la casa que buscaba, pero Hwasandaegi solo miraba dudosa, sin atreverse a entrar. Por mucho que lo pensara, su hijo y nuera no podían vivir allí. 

Recoger hierbas silvestres en primavera y cosechar grano en otoño para venderlos en un mercado tradicional en Gyeongju, a unos cuatro kilómetros del remoto pueblo donde vivía, era todo lo que hacía Hwasandaegi. Para ella, los altos muros, la puerta de tablones pintados y las relucientes ventanas de cristal parecían una oficina pública o un centro comunitario de las aldeas. 



Altos techos de tablones, puertas de cristal, frías paredes de yeso y suelo de tatami… todo eso impedía que la mujer conciliara el sueño. Hwasandaegi sentía soledad. 

Intentaba dormir, pero se veía como caminando por un sendero montañoso sin pavimentar, entre los árboles. 

Era una casa antigua con techo de paja frente un campo de cebada, como si fuera su patio delantero. Veía un muro de barro salpicado con sangre de chinches, a sus nietos sin pantalones durmiendo en una habitación que apestaba a soja fermentada, a su hijo mayor tejiendo zapatos de paja con un cuenco de agua de artemisa a su lado y a su mujer cosiendo ropa vieja… Hwasandaegi deseaba huir allí en ese mismo instante. Deseaba calmarle la tos a su hijo con un masaje en la espalda y llorar con todas sus fuerzas sentada junto a su nuera, pues pensó que si pudiera hacerlo se sentiría mucho más aliviada. 


휘높은 판자 천장이며 유리 바른 문이며,

싸늘해 보이는 횟가루 벽이며, 다다미방이 잠을 설레었다.

화산댁이는 자꾸만 쓸쓸했다.


애써 잠을 청해 본다.

그러나 잠 대신 화산댁이는 어느새 오리나무 숲 사이로 황토 고갯길을 넘고 있다.


보리밥이 곧 마당인 낡은 초가집이다.

빈대 피가 댓잎처럼 긁힌 토벽,

메주 뜨는 냄새가 코를 찌르는 갈자리 방에 아랫도리 벗은 손자들이 제멋대로 굴러 자고

쑥물 사발을 옆에 놓고 신을 삼고 있는 맏아들, 

갈퀴손으로 누더기를 깁고 있는 맏며느리,

화산댁이는 그만 당장이라도 뛰어가고 싶다.

아들의 등을 쓰담아 기침을 내려 주고

며느리와 무르팍을 맞대고 실컷 울고 나면 가슴이 후련해질 것만 같다.



Entrevista a la crítico literaria Jeon So Yeong: 

Para Hwasandaegi, que vivía en un remoto pueblo montañoso, la ciudad era un lugar muy frívolo. La obra destaca varios elementos que muestran la diferencia entre la vida rural y la vida urbana. Sus zapatos de paja estaban hechos a mano, mientras qu el calzado de goma que le había dado su hijo menor era de fábrica. A diferencia de su habitación con ondol, el sistema tradicional de calefacción de Corea, la de su hijo tenía suelo de tatami con esteras frías, al estilo japonés. El pastel de bellota que había hecho Hwasandaegi mostraba el amor de la madre, pero su hijo lo desechó fríamente. El escritor ilustra el contraste entre la vida en un pueblo remoto y en la ciudad, con delicadas descripciones para que el lector pueda sentirlo más nítidamente. 



Recordaba a sus nietos en el pueblo montañoso. Habrían llorado tras pelearse por el pastel de bellota. Los ojos de Hwasandaegi se llenaron de lágrimas. 

Cuando el sol estaba en lo alto del cielo, Hwasandaegi se dirigió rápidamente a su pueblo, cargando el mismo paquete que había traído y con los mismos zapatos de paja del día anterior. 


어느 새 화산댁이 눈앞에는 두메 손자들의 얼굴이 자꾸만 얼찐거렸다.

도토리떡을 흥흥거리고 엉겨들다 줴박히고 

떠밀려 찌그러지고 우는 얼굴들이었다.

화산댁이 눈시울에는 어느 새 눈물이 핑 돌았다.


해가 한 발쯤 돋았을 무렵,

어제와 꼭 같은 보통이를 들고 

어제와 꼭 같은 짚세기를 신은 화산댁이는

경주 가도를 향해 걸음을 빨리하고 있었다.




Oh Young Soo nació en la provincia de Gyeongsang del Sur en 1911 y falleció en 1979. Debutó como escritor con el cuento “Uvas silvestres” en 1950. 

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