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Historia

La reanudación de las relaciones diplomáticas entre Corea y Japón

2015-03-24

La reanudación de las relaciones diplomáticas entre Corea y Japón
El 22 de junio de 1965 se firmó en Tokio, Japón, el llamado Tratado Básico de Relaciones entre Corea y Japón, que restauró las relaciones diplomáticas entre Corea y Japón, interrumpidas tras la liberación de Corea en 1945, al finalizar el dominio colonialista japonés de 36 años sobre Corea. De este modo, finalizaron unas tratativas que empezaron en 1951 y se prolongaron durante casi 14 años. Para normalizar las relaciones entre Corea y Japón era preciso redefinir los hechos históricos, pero ambas partes estaban en completo desacuerdo sobre la naturaleza de la ocupación colonialista japonesa de Corea. Las conversaciones salieron de su estancamiento al inaugurarse en Corea la Tercera República en 1960 bajo la presidencia de Park Chung Hee. El gobierno coreano se había embarcado en un ambicioso programa quinquenal de desarrollo económico y necesitaba atraer capital extranjero para ponerlo en marcha, así que impulsó enérgicamente las conversaciones con Japón. Por su parte, a Japón también le urgía restaurar las relaciones diplomáticas con Corea, pues en los años 60 disfrutaba de un fuerte auge económico y deseaba colocar sus productos en el mercado coreano. El Tratado Básico definía el estatus de los 36 años de dominación japonesa sobre Corea y afirmaba que el gobierno de la República de Corea era el único legítimo en la península. Se firmaron además cuatro acuerdos complementarios: Uno de pesca que marcaba los límites pesqueros, otro que abordaba el estatus legal de los coreanos que vivían en Japón. Un tercero sobre los derechos de reclamación, que determinaba la indemnización económica por los 36 años de ocupación; y el cuarto y último, que trataba sobre la devolución de los bienes culturales coreanos que saqueados por Japón durante la dominación colonial. El Tratado abría un nuevo rumbo en las relaciones bilaterales, pero la ciudadanía coreana reaccionó con un fuerte rechazo. Para la sociedad coreana, la ocupación colonialista fue un crimen de lesa humanidad, por lo que consideraban legítimo reclamar una disculpa sincera y una indemnización económica, para restaurar el orgullo nacional pisoteado. Sin embargo, a comienzos de 1964, el gobierno de Park Chung Hee comenzó a impulsar las relaciones diplomáticas bilaterales pese a no haber recibido las disculpas de Japón. A pesar de las fuertes manifestaciones, huelgas de hambre y escolares, el Tratado Básico se firmó el 22 de junio y fue ratificado el 14 de agosto por la Asamblea Nacional, sin la participación de los diputados opositores y con sólo el voto de los diputados oficialistas. Lo mejor hubiera sido resolver la cuestión histórica y al mismo tiempo obtener cooperación económica y de seguridad. Sin embargo, en las circunstancias imperantes era imposible conseguir los tres objetivos, así que Corea tuvo que elegir la segunda mejor opción. De hecho, el Tratado Básico y el acuerdo sobre los derechos de reclamación firmado entonces constituyó un freno para la diplomacia coreana. Por esta razón prevalecen las opiniones negativas sobre el tratado, pero a la luz de la historia no todo merece ser interpretado tan negativamente. El gobierno coreano hizo lo mejor que pudo en la situación de entonces, para normalizar las relaciones diplomáticas, económicas y de cooperación con Japón, como paso previo para asegurar una firme alianza de seguridad entre Corea, Japón y EEUU.

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