El 21 de enero de 1968 un comando norcoreano formado por 31 hombres armados con pistolas y granadas, llegó hasta los alrededores de la casa de gobierno y residencia presidencial Cheong Wa Dae, con la intención de asesinar al presidente. Los disparos comenzaron cuando los 31 norcoreanos fueron descubiertos por la policía en un puesto de control. De inmediato lanzaron una granada contra un autobús que transportaba civiles y dispararon con sus metralletas, provocando la muerte de siete personas. Con el propósito de volver a Corea del Norte, el comando se dispersó, produciéndose un violento tiroteo con las tropas surcoreanas que fueron tras ellos. Hacia la 1:30 de la madrugada, uno de los integrantes se rindió en el monte Bugak, detrás de la casa de gobierno Cheong Wa Dae. Su nombre era Kim Shin Jo, tenía 27 años y pertenecía a la unidad 124 del ejército norcoreano. Sin apenas vacilar, Kim Shin Jo reveló con desparpajo cuál era el propósito del comando. La persecución de los otros miembros de la guerrilla norcoreana que se dieron a la fuga terminó diez días después, el 31 de enero, con la muerte de todos ellos, bien alcanzados por una bala o bien porque se suicidaron con las granadas. Sin embargo, las pérdidas fueron también muy grandes del lado surcoreano, puesto que murieron 25 soldados y 7 civiles, y 52 personas resultaron heridas. El ataque a la casa presidencial del 21 de enero de 1968 fue solamente el principio. Dos días después, Corea del Norte secuestró el Pueblo, un barco de la inteligencia naval de los EEUU con 83 personas a bordo entre civiles y tripulantes. Estas graves provocaciones de Corea del Norte volvieron a encender el miedo a la guerra en la Península Coreana, y miles de surcoreanos indignados salieron a la calle para protestar contra las provocaciones norcoreanas. El ataque a la casa de gobierno dio lugar a importantes cambios sociales, legales y políticos en Corea del Sur. Tres meses después del ataque norcoreano, se crearon los cuerpos de reserva local, unas tropas no regulares compuestas por civiles para proteger sus lugares de trabajo y sus residencias en caso de una guerra o emergencia nacional. También se instituyeron por primera vez los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y los EEUU. Además, se amplió el período obligatorio de servicio militar, y se crearon el cuerpo de combate de la policía y el cuerpo de reservistas de estudiantes. Por otra parte, se puso en marcha el sistema de registro nacional de las personas, por el que se expidieron documentos nacionales de identificación a todos los ciudadanos mayores de 18 años. Sin embargo, las agresiones norcoreanas no cesaron. En ese mismo año, en 1968, Corea del Norte volvió a atacar con su guerrilla en Uljin y Samcheok, en la provincia de Gangwon-do. En 1974 realizó un segundo intento de asesinato del presidente Park Chung Hee. En 1983 hizo explotar una bomba en el Cementerio Aung San de Rangún, que mató a varios altos funcionarios surcoreanos cuando estaban de visita oficial en Birmania, actual Myanmar. Y en 1987 hizo explotar un avión de pasajeros surcoreano; incidentes todos ellos que elevaron la tensión en la Península de Corea, e hicieron crecer el sentimiento anticomunista en Corea del Sur