Goguryeo, el país creado por Jumong fue haciéndose cada vez más grande, no solo en extensión de territorio sino también en poder. Inicialmente, solo ocupaba el norte de la península coreana, cerca del río Yal. Tenía a Silla al este, a Baekje en el oeste y a Gaya al sur. Pero gradualmente fue expandiendo su terreno hasta ocupar la mayor parte de la región más septentrional del noreste asiático. Pero hasta llegar a estos momentos de gloria y auge, Goguryeo tuvo que atravesar muchas dificultades.

Cuando gobernaba el décimo sexto monarca de Goguryeo, Gogukwon, los chinos atacaron el país, excavaron la tumba de su padre para llevarse sus restos, e incluso secuestraron como prisioneros a su madre y a 50.000 habitantes. La única forma de recuperar el cuerpo de su padre y traer de vuelta a su madre era convertirse en sirviente del imperio chino, así que no tuvo otra alternativa. Su sufrimiento no termina aquí, sino que unos 30 años después, perdió la vida en una batalla contra Baekje, el país vecino. Tras su muerte Sosurim asumió el poder. Era más que obvio que su principal objetivo como rey era vengarse de los invasores. Pero sabía que para ello, primero era necesario construir un país fuerte, así que creó escuelas para capacitar a la población, al tiempo de establecer marcos legales, e incluso adoptó el budismo para unir el pueblo a través de una misma religión.

Tras su muerte, asumió como monarca Gogugyang. Para frenar a Baekje, que se estaba haciendo cada vez más fuerte, reforzó las relaciones diplomáticas con otros países a su alrededor, en especial con el reino de Silla. Gracias al esfuerzo de estos reyes, Goguryeo fue recuperando los momentos de auge del pasado, y la persona que se convirtió en rey entonces fue Gwanggaeto. Sosurim era su tío y Gogugyang su padre. El nombre verdadero del rey Gwanggaeto es Damduk. Los registros históricos explican que desde que era pequeño, era muy independiente y asumió al poder con apenas 18 años, en el año 391. Aunque se podría pensar que con 18 años aún era un adolescente que ni siquiera había terminado la escuela secundaria, en el pasado, la gente se casaba a esa edad. Es más, desde que era niño, antes de los 10 años, empezó a estudiar política junto a su padre y desde que fue nombrado príncipe, se entrenó para ser rey, o sea durante más de 5 años.

Gwanggaeto era un rey muy joven y con mucha energía. Desde que ocupó el trono, comenzó a conquistar territorios vecinos. El mismo año en que se convirtió en rey se apropió de 10 castillos de Baekje y logró traer a casa a los 10.000 ciudadanos de Goguryeo que habían sido atrapados por Kitan. Durante todo su reinado atacó los países que estaban en los cuatro puntos cardinales, y en particular se adueñó de casi todo el territorio de Baekje, vengándose así por los hechos del pasado. Tal vez Gwanggaeto podría parecer un monarca muy agresivo al que le gustaban las conquistas y las invasiones. En parte es cierto pero hay que tener en cuenta que en el pasado, las guerras eran muy comunes y así los reinos iban expandiendo sus tierras.

Gwanggaeto gobernó Goguryeo por 22 años, pero en ese período conquistó nada más ni nada menos que 64 castillos y 1.400 pueblos, siendo el rey que más territorio tuvo bajo su dominio en toda la historia de Corea. Es por ello que su nombre es Gwanggaeto, que significa ‘rey que ha ocupado amplios terrenos’. Pero pese a sus impresionantes logros, en realidad, es poco lo que se sabe de su vida privada. Es porque siempre estuvo en guerras y por tanto, apenas tuvo tiempo de estar en el palacio real. Solo hay registros que describen que Gwanggaeto construyó 9 templos budistas en Pyongyang, la actual capital de Corea del Norte. Con esto podemos deducir que él dio alta importancia a esta ciudad desde hace mucho tiempo atrás, posiblemente por dos motivos: primero por su clima templado y por el río que cruzaba la región, porque era un emplazamiento muy conveniente para negociar con China. Por ello, Baekje y Silla intentaron muchas veces apoderarse de esta zona pero no lo lograron. Desde el gobierno de Gwanggaeto y durante 200 años, Goguryeo fue el reinado más poderoso del noreste asiático, que ninguna otra nación se atrevía invadir, no solo por su amplio territorio, sino también por la buena relación que el país mantuvo con otros Estados de su alrededor.