Fue una elección idónea crear Baekje al borde del río Han. Parece ser que el rey Onjo sabía mejor que nadie cuáles eran los factores cruciales para crear un Estado próspero… un clima agradable, tierras fértiles y mucha agua. Baekje se situaba en un amplio campo con un río en medio, y por tanto era una tierra perfecta para la agricultura. Además, estaba muy de cerca la costa, o sea, del Mar Amarillo, lo que le permitió un activo intercambio comercial con China por vía marítima. Por supuesto, esta negociación bilateral hizo que Baekje tuviera acceso a la avanzada cultura del país vecino. Gracias a todos estos factores, Baekje pudo desarrollarse mucho más rápido que Goguryeo o Silla. La época en que este país al suroeste de la península coreana gozó de su máximo esplendor fue a mediados del siglo IV, cuando estaba bajo el gobierno de Geunchogo. ¿Quién es él? Es el décimo tercer rey de Baekje.

Su nombre verdadero era Yeogu: Yeo es su apellido y Gu su nombre. Los registros históricos le describen como el segundo hijo del rey Biryu, y alto, corpulento y con una apariencia un poco especial, por lo cual podría ser muy guapo o muy feo. En fin, su cara no parece la de una persona común y corriente. Geunchogo viene del nombre del quinto rey de Baekje, Chogo, hijo del creador de Baekje Onjo. Por lo visto, Geunchogo quiso hacer saber a todos que él era de sangre pura de la familia real, al ser descendiente de Onjo. Había muchas otras familias nobles que querían ocupar el trono pero Geunchogo mantuvo firme su cargo con su gran poder. Dejó en claro a todo el pueblo que ninguna otra sangre que no fuera descendiente de la familia real podía llegar al trono y desde entonces, solo los primogénitos del monarca podían estar al mando del Estado.

Después de estabilizar el país, Geunchogo pensó que era hora de expandir su territorio, comenzado por la región sur. Se cree que pensó en atacar primero el sur porque al norte estaba Goguryeo, una nación muy fuerte en ese entonces. Así, el rey Geunchogo logró conquistar los pequeños países que quedaban de Mahan, ocupando casi todo el suroeste de la península coreana. Las tierras de esta zona eran muy fértiles, y consecuentemente, no solo el Estado sino el pueblo, fue haciéndose cada vez más rico. En base a esa riqueza fue desarrollando su cultura y también ampliando su territorio, absorbiendo los pequeños países de Gaya. Baekje mantenía activas relaciones comerciales con China, así que fue extendiendo su influencia cada vez más.

Si bien Baekje gozaba de pleno esplendor y no tenía nada que envidiar a otros, había algo a lo que temía: Goguryeo. Baekje y Goguryeo tuvieron tres grandes enfrentamientos. ¿Cómo creen que terminaron esas guerras? Para sorpresa de muchos, incluso del propio Baekje, éste venció a su vecino en las tres ocasiones. En la primera, fue el rey Gogugwon de Goguryeo quien atacó Baekje en el año 369 con unos 20.000 soldados. Geunchogo, a sabiendas que estaban por llegar las tropas del enemigo, le dijo a su hijo que permaneciera escondido entre las montañas con el ejército, para atacar de improviso. Con este ataque sorpresa, Baekje atrapó a unos 5.000 soldados de Goguryeo como prisioneros. La segunda vez fue dos años más tarde. Al igual que la anterior, fue el rey Gogugwon de Goguryeo quien invadió el territorio de Baekje, pero el ejército de este último país, también atacó por sorpresa, logrando una victoria absoluta. El rey Geunchogo quería dar una lección a Goguryeo para que nunca más volviera a sus tierras, y el mismo año, pero meses más tarde, fue Baekje quien atacó primero. Aunque no pudo derrocar el castillo de Pyongyang, la capital de Goguryeo, acabó con la vida del rey Gogugwon.

Como describe la historia, durante el gobierno del rey Geunchogo, en el siglo IV, Baekje era imbatible, con mucho poder militar y estabilidad económica. Y es recordado no solo por estos logros, sino por su activo desarrollo cultural y comercial, reconocido hasta en China y Japón.