Transcurrieron unos 200 años tras la muerte del rey Gwanggaeto El Grande, el conquistador del noreste asiático que expandió enormemente el territorio de Goguryeo. Era un día del año 642 cuando el general Yeongaesomun organizó una gran fiesta en un palacio de Pyongyang, entonces capital de Goguryeo. Invitó a todas las familias reales y de la clase más alta del Gobierno a que disfrutaran del banquete, y también hubo un desfile militar en el que soldados muy bien entrenados mostraban sus habilidades con la espada. Todos los invitados estaban disfrutando al máximo de la celebración, hasta que Yeongaesomun hizo una seña a sus soldados, que estaban en medio del desfile militar, y éstos mataron en cuestión de minutos a todos los invitados. Al rato, se dirigió al palacio real para asesinar al vigésimo séptimo rey de Goguryeo, Yeongnyu, y en su lugar subió al trono a su sobrino, Bojang, nuevo monarca que se convirtió en un títere de Yeongaesomun. Desde entonces, éste general se adueñó de Goguryeo y hasta su muerte, fue prácticamente quien gobernó.

A estas alturas podrían preguntarse… ¿Acaso no es una rebelión contra el Gobierno matar al rey? Muchos podrían pensar así, y de hecho, el historiador de la dinastía Goryeo, Kim Boo Sik, describe a Yeongaesomun como un traidor que mató al rey y llevó a la ruina a Goguryeo; pero no todos están de acuerdo con esta descripción, porque otro historiador de la época de la colonización japonesa, Park Eun Sik, calificó a Yeongaesomun como una persona con claros conceptos sobre la independencia y la libertad, con mucha capacidad y coraje, al tiempo de apodarlo como “el personaje más destacado de toda la historia de Corea”. A decir verdad, resulta un poco confuso que dos respetados historiadores describan de modo totalmente contrapuesto a un mismo personaje histórico… Por eso analizaremos paso a paso el porqué de la conspiración de Yeongaesomun para matar al rey y a numerosos aristócratas.

Desde que Yeongaesomun empezó a participar en asuntos estatales, no fue muy bien recibido por el entonces rey de Goguryeo, Yeongnyu, ni por la clase noble, porque a temprana edad, en sus veinte, asumió un alto cargo: su tarea principal era responsabilizarse de toda la región este de Goguryeo. ¿Cómo hizo para llegar a tal puesto siendo tan joven? Es que por aquel entonces, todo hijo heredaba el puesto de su padre una vez fallecido, y Yeongaesomun sucedió a su padre. Pero algunos aristócratas se opusieron a que éste ocupara dicho cargo por su joven edad y por su personalidad violenta y agresiva. Ante estas difamaciones, Yeongaesomun convenció al rey diciéndole que le diera una oportunidad, y así ocupó el cargo de su padre. En realidad se sabe poco de la personalidad de Yeongaesomun, porque muchos registros de Goguryeo desaparecieron cuando el país fue absorbido por otros reinos.

Asimismo, a la clase real y noble no le gustaba para nada Yeongaesomun, porque tenían pensamientos muy diferentes al resto sobre el imperio Tang, que era la mayor amenaza para Goguryeo. Entonces, este nuevo imperio chino que sucedió al de Sui -que estaba expandiendo su territorio- creía que era el centro del mundo, y esto naturalmente elevó la tensión con Goguryeo. El entonces reino de Corea estaba dividido en dos bandos de opiniones contrarias, una moderada y otra belicista. El bando belicista, representado por el general Yeongaesomun, opinaba que Tang iba a atacar Goguryeo en cualquier momento y que Goguryeo debía prepararse, creando un gobierno fuerte y unificado. En cambio, el bando moderado, liderado por el rey Yeongnyu, pensaba que Goguryeo ya se había desangrado bastante durante la guerra con Sui, y que debía evitar a toda costa enfrentarse con Tang, mientras el país se fortalecía y recuperaba de las pérdidas pasadas.

Ante esta situación, Yeongaesomun fue reforzando su poder porque sabía que algún día atacaría el imperio Tang. Después de que Yeongaesomun tuviera el país bajo control, todo parecía estabilizarse. Pero todo cambió nuevamente cuando Kim Chunchu, de Silla, acudió a Goguryeo para pedir ayuda, dado que Baekje había atacado su reinado y se había apropiado de unas 40 fortalezas del lado occidental. Solicitó ayuda a Yeongaesomun y éste contestó que lo consideraría, si Silla le devolvía los antiguos territorios de Goguryeo. Eso implicaba perder la cuenca del río Han y era algo que Silla no podía aceptar. Las negociaciones fracasaron, y Yeongaesomun y Kim Chunchu se separaron sin llegar a un acuerdo. En su lugar, Silla tomó la mano del imperio Tang y atacó a Baekje y luego a Goguryeo. Yeongaesomun murió mientras Goguryeo estaba en plena guerra y sus hijos, en vez de seguir luchando en lugar de su padre, empezaron a pelear por el trono. En ese proceso, los enemigos lograron invadir todo Goguryeo, poniendo punto final a la historia de este país.
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