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Historia

El rey Gongmin lidera la reforma de Goryeo

2015-06-08

El rey Gongmin lidera la reforma de Goryeo
Gongmin es el trigésimo primer rey de Goryeo. Asumió al cargo en 1351, tras su regreso de la Dinastía Yuan, o sea exactamente 10 años después de abandonar el país. Se preguntarán… ¿qué hacía un rey de Goryeo en el territorio ocupado por mongoles, los mayores enemigos en aquellos tiempos? Para quienes no estén al tanto, Yuan es un país que ocuparon los mongoles en la actual China. Habíamos comentado que en el pasado, el imperio mongol amplió enormemente su territorio, hasta ocupar casi toda Asia e inclusive Europa del Este.

En fin, tras apoderarse de China, crearon un país llamado Yuan con la intención de heredar el reino chino. En otras palabras, la Dinastía Yuan era Mongolia. Ante las sucesivas invasiones de los mongoles, Goryeo se rindió y ambos firmaron un tratado de reconciliación que incluía algunas obligaciones para el palacio real coreano, como por ejemplo, que el rey debía regresar a la capital y permanecer allí y no en otro lugar, y los príncipes tenían que vivir en Yuan hasta convertirse en reyes. Es más, para volver a su país, debía contraer matrimonio con una princesa de Mongolia. En otras palabras, una vez nombrado rey, se convertiría en hijo político del rey de la Dinastía Yuan. Ésta es una estrategia que adoptó Mongolia para seguir ejerciendo su poder, al tiempo de hacer que alguien con su sangre pudiera heredar el trono. De hecho, desde el vigésimo quinto hasta el trigésimo primer rey de Goryeo, incluyendo a Gongmin, todos se casaron con algún integrante de la familia real de Yuan.

Al igual que los demás monarcas, Gongmin pasó toda su adolescencia en Yuan y regresó a su tierra natal a los 22 años con un objetivo muy claro: reformar Goryeo y convertirlo en un país fuerte. Lo primero que hizo al llegar a su país fue cambiar la vestimenta, de la típica de los mongoles por una tradicional coreana, y se juró a sí mismo mostrar en acciones concretas lo que pensaba hacer, es decir, liberar a Goryeo de la Dinastía Yuan. No parecía imposible hacer realidad su objetivo, porque Gongmin, quien vivió de cerca todo lo que estaba pasando en Mongolia, sabía que este país estaba perdiendo fuerza. Así que ordenó a su gabinete que le informara directamente de todo lo que pasara en otras provincias. Decidió intervenir a fondo en todas las gestiones gubernamentales, porque en el pasado otros reyes de Goryeo perdieron control por dejar que otros funcionarios se hicieran cargo de muchas de las gestiones del Estado. Además, durante 180 años, casi todos los reyes no gobernaban de facto, sino que más bien eran títeres de algunas familias poderosas.

Llevar a cabo una reforma en el seno de Goryeo no fue una tarea fácil, y tampoco se podría decir que el rey Gongmin lo lograra exitosamente, aunque es cierto que dio el primer y el más importante paso. El problema era que tenía demasiados obstáculos ante él: Tenía demasiados enemigos dentro del gabinete que estaban satisfechos con el sistema anterior, y por tanto estaban en contra de una reforma, porque podrían perder su poder y por supuesto, sus riquezas, mayormente ganadas mediante vías ilegales. Peor aún, en el pleno proceso de reforma del país, murió la reina, a quien el rey amaba más que a nadie. Pese a que se casaron en contra de su voluntad, ellos se quisieron mucho y la reina, que era de Mongolia, ayudó mucho a su marido a cumplir su sueño de liberar a Goryeo. Ella murió mientras daba a luz y este hecho fue tan doloroso para el rey, que durante un largo tiempo no pudo hacer nada. Tanto fue así que incluso abandonó sus obligaciones de Estado.

Así, dejó en manos de un monje budista llamado Shindon continuar con su reforma. Este era una persona de no muy alta clase, no era codicioso, no tenía muchos parientes y menos una familia, y por tanto, confiaba en que pudiera concentrarse en sus tareas. Y según parece hizo bien su trabajo, porque destituyó a los altos funcionarios incapaces, retornó los terrenos perdidos a la clase media y baja, y liberó a los esclavos. También nombró como empleados públicos a aquellos que aprobaron la oposición, sin importar su clase social. Pero desempeñar exitosamente esta reforma le trajo un amargo presente y fue ejecutado, porque el rey Gongmin tenía miedo de perder su poder y de que su súbdito fuera mejor que él. Por eso le condenó a muerte acusándole de traición. El rey Gongmin murió a los pocos años de ese incidente, en 1374, a la edad de 45 años, al ser asesinado por un colaborador muy próximo a él.

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