Fue en un día de 1592. Una tropa de 200.000 invasores atacó Joseon y así comenzó la Batalla de Imjin. Imjin significa el año en que se inició la guerra. Quienes aterrizaron repentinamente para adueñarse de la península coreana fueron los nipones, pero armados con un tipo de rifles que hasta entonces era desconocido para los habitantes de Joseon. A tan solo 18 días de aterrizar en la ciudad portuaria de Busan, al extremo sureste de la península, los enemigos avanzaron hasta Hangyang, la capital de Joseon, el actual Seúl. Si bien en aquel entonces Joseon poseía explosivos, era imposible vencer a los soldados nipones pertrechados con aquellos nuevos rifles.

Se podrían preguntar por qué el rey de Joseon no se preparó mejor para defender su territorio y sus habitantes, ¿no? Aunque puede sonar a excusa, se dice que desde que se estableció Joseon no hubo grandes guerras y en cambio sí hubo largos periodos de paz. La dinastía Ming de China se había convertido en una potencia y afortunadamente, Joseon mantenía excelentes relaciones diplomáticas con su vecino, por lo que no había motivos para desatar combates. Por eso se pensaba que nadie más atacaría la península coreana. Pero al otro lado del mar, en el archipiélago nipón, se estaba tramando ya desde hace tiempo la forma de invadir Joseon y así sucedió en el momento menos esperado. Aunque las tropas japonesas avanzaron incluso hasta Pyongyang, cruzando casi toda la península coreana, desde el sur hasta el norte, no podían continuar luchando porque el Ejército nipón necesitaba que su país enviara regularmente tanto armas como provisiones, pero… llegando a tal punto dicha misión era imposible. ¿Por qué? Porque en las aguas del sur estaba el almirante y general coreano, Yi Sun Sin, que no dejaba que los enemigos pisaran el territorio nacional.

Yi Sun Sin nació en 1545 en Seúl. Según los registros históricos, desde pequeño era un niño muy inteligente, le gustaba jugar con el arco y las flechas y decía a sus amigos que se convertiría en militar. Se casó a los 20 años y tuvo cuatro hijos. Después de convertirse en jefe de familia, empezó a prepararse para las oposiciones del Gobierno, específicamente en cargos relacionados con defensa y seguridad nacional. Pero parece que no tuvo mucha suerte con los exámenes, porque finalmente aprobó después de 4 años de intentos, a los 32 años. Si bien pudo hacer realidad su objetivo de trabajar para el Estado, tuvo que atravesar bastantes dificultades, pues siempre era enviado a los lugares más remotos, e incluso fue destituido de su cargo varias veces. Eso fue porque su personalidad no podía tolerar las injusticias y tampoco cedía con sus colegas en los asuntos que él consideraba incorrectos. Sin embargo, esta forma de ser le ayudó a tener éxito en sus batallas y a los 46 años, finalmente obtuvo el reconocimiento del rey, siendo nombrado como jefe militar de la provincia de Jeolla, al extremo suroeste del país.

Entonces, las tropas niponas lideradas por Toyotomi Hideyoshi, invadieron Corea. Afortunadamente, Yi Sun Sin sabía que algún día podría haber invasiones foráneas y desde que llegó a esa provincia, se dedicó a entrenar a los soldados, a reparar barcos y a fabricar armas. No en vano él fue quien construyó el famoso Barco Tortuga. También estudió las características geográficas y marítimas y el clima de toda la región, porque creía que su conocimiento era fundamental a la hora de atacar al enemigo. Y no se equivocaba. Exactamente un año después, se desató la Batalla de Imjin y salió a luchar contra los nipones. En esta primera pelea, hundió 26 buques y 4.000 soldados del enemigo, mientras que el único daño que registró Joseon fue un oficial herido.

Totalmente vencido, Japón se retiró de la península coreana, pero volvió a atacar en 1597. Esta vez, Joseon sí estaba preparado para una guerra pero Japón le tendió una trampa. Fue Yi Sun Sin quien se dio cuenta de que Japón estaba tramando algo, pero el rey no le hizo caso y es más, le encarceló durante un tiempo por contradecir sus palabras. Poco después, nuevamente, el Ejército nipón llego al sur de la península coreana, y como Yi Sun Sin estaba preso, el rey envió otros dos generales en su lugar. El resultado fue una derrota aplastante. Al monarca no le quedó otra que liberar a Yi Sun Sin y enviarle a la escena del combate. Pero cuando éste llegó al lugar de la batalla para luchar, solo quedaban 13 barcos y pocos soldados, con los que se batió en el mar contra 130 barcos japoneses. Y para sorpresa de todos, la victoria fue para Yi Sun Sin. Así continuaron sucesivas batallas y las invasiones finalizaron en 1598, después de que las tropas aliadas de Joseon y Ming vencieran a los nipones. Pero en esa batalla, Yi Sun Sin perdió la vida por un disparo del enemigo.