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Ya finalizó oficialmente la Cumbre Intercoreana de Pyongyang, la tercera en lo que va de año entre los mandatarios del Sur y del Norte -Moon Jae In y Kim Jong Un-. Sin lugar a dudas, el mayor fruto es la declaración conjunta que los líderes emitieron el miércoles 19, ¿verdad?

Así es. El nombre formal del documento es Declaración Conjunta de Pyongyang de Septiembre y la parte que más interés despierta es la relacionada con la desnuclearización, pues alude explícitamente a los acuerdos alcanzados entre las dos Coreas. Así, el Norte reflejó su compromiso de desmantelar el centro de ensayos de motores para misiles en Dongchang-ri y la plataforma de lanzamiento ante inspectores extranjeros, y también de cerrar para siempre el complejo nuclear de Yongbyon, si Estados Unidos ofrece medidas compensatorias a cambio.

¿Y no fue especialmente significativa la proclama que hizo Kim Jong Un en persona de que hará de la península coreana una tierra de paz sin armas ni amenazas nucleares?

Sin duda. Además, sus declaraciones fueron retransmitidas en vivo y en directo a todo el mundo, pues se produjeron en la rueda de prensa que junto con el presidente surcoreano ofrecieron tras finalizar la segunda sesión de la cumbre.

Igual de destacables son los acuerdos de índole militar incluidos en la Declaración Conjunta de Pyongyang, ¿no?

Sí, y los que mayor impacto tendrán en la situación de la península coreana son aquéllos en que los líderes pactaron acabar con las hostilidades en la Zona Desmilitarizada y trazar medidas concretas para prevenir choques armados por tierra, mar y aire. También adoptaron un documento anexo con todos los acuerdos de carácter militar destinados a garantizar la cabal ejecución de la Declaración de Panmunjeom, que se convirtió en un hito trascendental al ser también rubricado por los ministros de Defensa de ambas Coreas.

Adicionalmente, ¿qué frutos fueron logrados en esta cumbre en los ámbitos económico, social y cultural?

En esos sectores establecieron diversos acuerdos relevantes, como por ejemplo, comenzar este año las obras de reconexión de las vías férreas y la carretera de la costa oeste, para normalizar la operativa del Complejo Industrial de Gaeseong y el turismo al monte Geumgang, de darse las condiciones necesarias, crear una zona económica especial conjunta en la costa oeste y otra turística en la costa este, e impulsar una candidatura conjunta para ser la sede de los Juegos Olímpicos de Verano 2032.

Ahora, a ver cómo reaccionaron otras naciones a los resultados de la cumbre intercoreana de Pyongyang. Empezando por Estados Unidos, en las notas de prensa de ese país se perciben tanto expectativas optimistas, como cierta preocupación...

En cierto modo, el optimismo deriva del buen ambiente que mantuvo la cumbre intercoreana, así como del contenido de la Declaración Conjunta de Pyongyang, la cual medios como la agencia AP describieron como que supera los pronósticos. Sin embargo, eso no permite afirmar que los compromisos de Kim Jong Un sean suficientes como para motivar a Estados Unidos a dar a Corea del Norte todas las concesiones que pide. En Japón, por otro lado, predomina un tono más escéptico en las notas de opinión. El diario Asahi, por ejemplo, estima que es difícil afirmar que la reciente cumbre intercoreana logró avances para la desnuclearización de la península, pues en esencia no queda muy claro hasta qué punto desmantelará Pyongyang sus instalaciones nucleares.

¿Y qué dijeron los medios de China, que podría decirse que es el país que está más cerca de Corea del Norte geográfica, histórica y emocionalmente?

Evaluaron que la reciente cumbre intercoreana marca un hito importante para el progreso de las relaciones intercoreanas y hacia la desnuclearización. Hasta aludió al plan que tiene Kim Jong Un de visitar Seúl, recalcando que si ese viaje se concreta, se convertirá en el primer número uno de facto de Corea del Norte en llegar a la capital surcoreana y entrar en Cheongwadae, la casa presidencial de Corea del Sur. No obstante, los medios de comunicación chinos tampoco olvidaron hacer un llamado a Estados Unidos, al puntualizar que lo que Washington debería hacer es desconfiar menos de la voluntad de desnuclearización de Corea del Norte y adoptar medidas para motivar a ese país a avanzar con mayor firmeza hacia la desnuclearización.