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El titular de Defensa Jeong Kyeong Doo declaró el día 1 que Washington reafirmó su promesa de seguir mejorando la capacidad militar de Corea del Sur, aún después del traspaso del mando en tiempos de guerra. Así resumió el ministro el encuentro con su homólogo estadounidense, el secretario de Defensa en funciones Patrick Shanahan.

La reunión entre ambos se centró en evaluar la seguridad de la península coreana tras la fallida Cumbre de Hanói entre el presidente estadounidense Donald Trump y el dirigente norcoreano Kim Jong Un, y también en identificar las mejores vías por las que las autoridades de defensa de Corea del Sur y Estados Unidos podrían contribuir a acelerar el proceso de desnuclearización. En este ambiente, coincidieron en mantener las políticas actuales, lo que implica que las maniobras conjuntas de sus tropas se llevarán a cabo este año con menor envergadura que en el pasado, tal y como se hizo en 2018.

En esta línea, el jefe interino del Pentágono destacó la exitosa realización del entrenamiento Dong Maeng 19-1, que se llevó a cabo en marzo en sustitución al simulacro de guerra Key Resolve, que Corea del Sur y Estados Unidos decidieron cancelar al igual que el ejercicio Foal Eagle. De hecho, Shanahan afirmó que si bien los entrenamientos militares conjuntos son ahora más reducidos en volumen, eso no significa que sean menores en intensidad, pues siguen siendo importantes para potenciar la capacidad de defensa combinada.

El ministro surcoreano, por su parte, dijo que el encuentro sirvió para comprobar tanto la firmeza de la alianza bilateral como el compromiso común de intensificar la cooperación a todos los niveles, incluyendo el intercambio de información sobre Corea del Norte y sus actividades nucleares y balísticas. En otras palabras, la reunión sirvió para revalidar la determinación de las autoridades de defensa de Seúl y Washington para respaldar militarmente la campaña diplomática en marcha, de cara a la completa desnuclearización de Corea del Norte y el arraigo de la paz en la península coreana.

En cuanto al apoyo de Estados Unidos a Corea del Sur a futuro, el ministro enfatizó que el país norteamericano mantiene su promesa de usar su capacidad defensiva y de combate para garantizar la seguridad de la península coreana, aún después del traspaso del mando militar en tiempos de guerra.

La reunión entre Jeong y Shanahan llamó especialmente la atención al ser la primera entre los jefes militares de Corea del Sur y Estados Unidos desde la fallida Cumbre de Hanói. En esencia, al asegurar que “están en un mismo equipo”, trataron de demostrar que secundarán militarmente el diálogo sobre desarme nuclear norcoreano gracias a una firme alianza.