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Corea del Norte lanzó en la tarde del 9 de mayo dos misiles desde la localidad de Kusong -al noroeste de ese país- hacia el Mar del Este, apenas cinco días después de efectuar un primer ensayo con otros proyectiles de corto alcance el día 4. Al respecto, el presidente surcoreano Moon Jae In manifestó que si lanzaron misiles balísticos, el régimen de Pyongyang habría vulnerado las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas, pero además advirtió que ese tipo de actividades no hará más que dificultar el proceso de diálogo y las negociaciones nucleares.

Sobre el lanzamiento en sí, el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas surcoreanas divulgóque Corea del Norte lanzó el jueves 9 un primer misil de corto alcance a las 4:29 de la tarde y un segundo a las 4:49. El primero recorrió unos 420 kilómetros de trayectoria y el segundo unos 270 kilómetros, mientras que ambos alcanzaron una altura máxima aproximada de unos 50 kilómetros, antes de caer en el mar al este de la península coreana.

Por ahora, mayormente se estima que el lanzamiento del día 9 fue una prueba balística. Sin embargo, Corea del Sur y Estados Unidos actúan con suma cautela y reserva antes de calificar esa acción. Esa actitud se debe a que si en efecto concluyen que Corea del Norte lanzó dos misiles balísticos, habría violado las resoluciones del Consjeo de Seguridad de la ONU que prohíben el lanzamiento de todo tipo de misiles cuyo movimiento sea gobernado por las leyes de la balística. Y ese ensayo podría complicar la coyuntura de la península coreana.

Por lo pronto, Seúl y Washington están abocados a gestionar de la manera más sensata la actual situación, procurando mantener la voluntad de diálogo y una postura de consenso. Hasta la fecha, el Pentágono dio a conocer que Corea del Norte había lanzado unos misiles balísticos, mientras que las autoridades militares surcoreanas todavía aluden a esos proyectiles simplemente como misiles de corto alcance, y evitan usar la expresión “balísticos”.

La razón por la que Estados Unidos moderó su tono de advertencia hacia el régimen de Pyongyang, aún al expresar su descontento con los recientes hechos, reside en que los misiles lanzados por Corea del Norte son de corto alcance y no intercontinentales, pues al ser de este segundo tipo serían capaces de amenazar directamente a su territorio. En este contexto se entienden las declaraciones de Trump, que insiste en no ha perdido “todavía” la confianza en Kim Jong Un, como de su secretario de Defensa en funciones, Patrick Shanahan, quien manifestó que Washington aboga por una solución diplomática del problema nuclear norcoreano.

El Gobierno surcoreano, por su lado, se encuentra en una posición incómoda, ya que justo el día en que hizo oficial que procedería al envío de ayuda alimentaria a Corea del Norte, ocurrió el lanzamiento de misiles. En cualquier caso, la postura del Ejecutivo surcoreano es mantener la iniciativa de enviar alimentos a los norcoreanos, al considerar el reciente ensayo una medida extrema del Norte al verse acorralado y sin salida.