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El presidente Moon Jae In cumplió el 10 de mayo dos años en el poder. Sin embargo, esta ocasión no fue tanto para celebrar, al contrario de cuando finalizaba su primer año de mandato con pompas por el éxito de sus políticas paz, en vista del estancamiento de las negociaciones sobre la desnuclearización de la península coreana y la recesión económica.

La opinión general es que son insatisfactorias las notas del Gobierno de Moon Jae In al cabo de su segundo año. Las malas calificaciones se deben en particular a los serios retos a los que afronta el proceso de paz de la península coreana que el Ejecutivo ha venido impulsando y destacando como su mayor logro, tras el fracaso de la Cumbre de Hanói entre los líderes norcoreano y estadounidense y el reciente lanzamiento de proyectiles por parte del régimen de Pyongyang.

Sin embargo, tampoco son positivas las evaluaciones de las políticas económicas de esta administración, que si bien arrancó con la mejor disposición para aumentar el empleo, vio descender las contrataciones laborales a su nivel más bajo en nueve años. Para colmo, durante el primer trimestre del año la economía surcoreana cayó un 0,3%, mientras que las exportaciones se ralentizan y retroceden las inversiones. Ante este escenario, muchos acusan al Gobierno por establecer políticas que desentonan con la realidad económica del país, como la subida del salario mínimo y la reducción de la jornada laboral. 

En este ambiente, el día 9, el presidente Moon Jae In concedió una entrevista en la televisión nacional KBS para presentar su postura sobre temas de actualidad que son foco de atención dentro y fuera del país. Su intención inicial era explicar a los ciudadanos las políticas actuales y futuras del Gobierno, y en efecto así lo hizo, aunque también dedicó un tiempo considerable a dar su opinión sobre el nuevo lanzamiento de proyectiles de Corea del Norte. Declaró que ese tipo de actividades no harán más que complicar la situación y dificultar las negociaciones, y que la solución definitiva llegará cuando Corea del Norte y Estados Unidos se sienten ante una mesa para dialogar con plena sinceridad. Además, exhortó a Pyongyang a expresar claramente las quejas o el descontento que pudiera tener, sin mostrar conductas ambiguas o dudosas.

En cuanto a la economía, expresó su preocupación por el crecimiento negativo del primer trimestre, sin embargo anticipó con optimismo que la situación mejorará durante la segunda mitad de 2019, y dijo esperar una recuperación de las tasas de crecimiento hasta superar el 2%.