ⓒYONHAP News

La cámara baja del Congreso estadounidense aprobó una resolución que subraya la importancia de la cooperación tripartita entre Seúl, Washington y Tokio, y que sintoniza con otra ratificada en abril en el Senado, urgiendo a Corea del Sur y a Japón a superar sus diferencias y exhortando a impulsar aún más la cooperación trilateral con Estados Unidos. Si bien es destacable este hecho, tampoco es algo insólito, ¿verdad?

En realidad no, pues para Estados Unidos, fomentar la colaboración con Corea del Sur y Japón en un “triángulo de alianza” como antes mencionabas, resulta esencial para sus estrategias en la región del noreste asiático. En este contexto, sobra decir que el deterioro de las relaciones entre Seúl y Tokio inquieta a Washington, y de ahí la iniciativa del Congreso estadounidense de destacar la importancia de mantener la colaboración entre los gobiernos de los tres países. Intenta, de algún modo, hacer ver a Corea del Sur y a Japón que Estados Unidos no desea ver impedimentos o problemas que puedan interferir en sus estrategias sobre el noreste asiático, ni mucho menos que un conflicto entre esos países haga tambalear un sistema de cooperación que ofrece estabilidad en la zona.

¿Y por qué es tan importante para Estados Unidos que Corea y Japón mantengan buenas relaciones?

Según la resolución, es importante, primero, porque va estrechamente ligado a los intereses diplomáticos, económicos y de seguridad de Estados Unidos, y segundo, para consolidar un sistema abierto y amplio de progreso en la región Indo-pacífica, que por ahora prospera establemente. Y en definitiva, porque las buenas relaciones entre Corea del Sur y Japón contribuyen a la estabilidad, no solo de Estados Unidos, sino también regional y mundial.

Pero, ¿no es una intromisión excesiva por parte del Congreso estadounidense opinar sobre las relaciones que mantienen dos países extranjeros?

Podría verse así. Pero en esa resolución, los integrantes de la Cámara de Representantes especifican que las relaciones entre Corea del Sur y Japón, dos de los aliados más próximos de Estados Unidos, están ligadas con los intereses de Washington, y destaca que los posibles conflictos entre esas naciones podrían acarrear perjuicios. Por tanto, siempre desde la perspectiva de Estados Unidos, se ven con cierto derecho para opinar sobre la situación actual.

Similar opinión mantiene el Ejecutivo estadounidense, ¿no?

Eso parece. Al menos así se desprende de las declaraciones del nuevo subsecretario de Estado estadounidense para Asia del Este y Pacífico, David Stilwell, quien recientemente estuvo en Seúl y dijo que Washington hará todo lo que esté a su alcance para resolver la disputa entre Corea del Sur y Japón, como amigo y aliado de ambos países. El funcionario también afirmó que Seúl y Tokio deben superar los retos sensibles que complican las relaciones bilaterales, y dijo confiar en que ambas naciones hallen pronto una solución a los problemas. Este comentario podría verse como una expresión de deseo o buena voluntad, pero también como una recomendación indirecta o como una presión sutil, para que ambos países no empeoren la situación en detrimento de los intereses de Estados Unidos.