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La economía surcoreana creció entre abril y junio de 2019 un 1,1%, recuperándose de la caída sufrida el trimestre anterior y alcanzando la mayor tasa de crecimiento en 21 meses. No obstante, tan importante ascenso no depende tanto de una recuperación en las exportaciones o la inversión privada, ni de los esfuerzos del Gobierno por reactivar la economía, sino que, según los analistas, es un mero repunte tras el descenso registrado en Corea entre enero y marzo.

El Banco de Corea ilustró al respecto que el producto interior bruto real del país mostró un alza intertrimestral del 1,1%, mientras que el consumo privado aumentó un 0,7%, los gastos gubernamentales un 2,5%, la inversión en construcciones un 1,4%, las exportaciones un 2,3% y las importaciones un 3%. Sin embargo, en términos interanuales, el incremento fue solo en comercio exterior, ya que las inversiones, tanto en construcción como en equipos y maquinaria, retrocedieron.

En cuanto al consumo privado, principalmente aumentaron las compras de bienes semi perecederos y el uso de servicios, sobre todo médicos. Mientras, entre los gastos gubernamentales, las partidas que más aumentaron fueron las relacionadas con nuevas adquisiciones o mantenimiento y los seguros de salud.

Cabe recordar a estas alturas que la previsión del banco central para 2019 es que la economía surcoreana marcará un crecimiento anual del 2,2%. Sin embargo, para alcanzar ese objetivo, el PIB debería aumentar como mínimo entre un 0,8% y un 0,9% tanto en el tercer como en el cuarto trimestre, meta que en estos momentos se estima no será fácil lograr. Dicho esto, como retos más serios figuran el estancamiento del mercado mundial de chips semiconductores y las restricciones comerciales de Japón, que de mantenerse o ampliarse perjudicarían significativamente la economía de Corea del Sur.