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El presidente Moon Jae In nombró el día 9, entre dudas, polémica y opiniones ciudadanas divididas, a Cho Kuk como nuevo ministro de Justicia. Sin embargo, el nombramiento no es tanto el desenlace de la contienda social y política desatada en torno a él, sino el comienzo de una tormenta aún mayor debido al feroz rechazo que expresan la oposición y algunos grupos de estudiantes y de ciudadanos, así como a las investigaciones fiscales en marcha sobre las sospechas de irregularidades cometidas por el propio ministro de Justicia y por sus familiares. 

Las dudas sobre la familia de Cho y su persona surgieron después de su nominación a ministro de Justicia el 9 de agosto. Principalmente tienen que ver con ilegalidades y actos de corrupción cometidos por el candidato ministerial y sus familiares, o que les involucran. Son esas dudas las que provocaron una fuerte desaprobación hacia el nominado en la población y sobre todo en la clase política. 

Sin embargo y pese a ello, el presidente Moon Jae In nombró a Cho Kuk como ministro de Justicia, justificando su decisión con la necesidad de completar la reforma de la Fiscalía, un organismo criticado desde hace tiempo en Corea del Sur por ejercer un poder excesivo. El mandatario admitió que las sospechas en torno al nuevo ministro y su familia causaron sentimientos de pérdida en el pueblo, al tiempo de perjudicar los valores de justicia e igualdad de oportunidades. No obstante, expresó que apuesta por el papel positivo que Cho podrá cumplir para promover la reforma de la Fiscalía y que tampoco consideró correcto cancelar su nominación a titular de Justicia basándose solo en sospechas. Además, se comprometió a corregir las injusticias que la polémica en torno al nuevo ministro dejó al descubierto, como las relacionadas con el sistema educativo y el de ingreso universitario, en los que siempre hubo problemas de transparencia, privilegios para unos pocos y desigualdad de oportunidades. Uno de los mayores motivos del rechazo contra Cho son las ventajas injustas que supuestamente recibió su hija antes y después del ingreso universitario para mejorar su curriculum vitae, y que incluso le permitieron recibir becas. Otros motivos son la existencia de un fondo de capital privado, a través del cual se estima que familiares del ministro de Justicia realizaron inversiones cuestionables, y una serie de irregularidades cometidas presuntamente por su esposa, como falsificación de documentos, en concreto un diploma del rector de la Universidad Dongyang concedido a su hija.