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La estatua de la Joven de la Paz, cuya exhibición en la Trienal de Aichi en Japón fue suspendida bajo la presión del Gobierno japonés y los grupos ultraderechistas el país vecino, ha vuelto a mostrarse al público en base al acuerdo alcanzado en el Tribunal Regional de Nagoya entre expositores y organizadores de la trienal. Así, dicha estatua, que rinde homenaje a las víctimas de la esclavitud sexual impuesta por el Ejército nipón durante la Segunda Guerra Mundial a las mujeres de sus colonias, se exhibe en estos momentos en Aichi, aunque solo por una semana aproximadamente, pues la trienal finaliza el 14 de octubre. Cabe saber que el acuerdo entre expositores y organizadores de la Trienal de Aichi, es decir, las autoridades culturales del Gobierno local de la ciudad japonesa de Nagoya, se estableció después de que los primeros elevaran ante el tribunal regional competente una petición para anular la orden de suspender la exhibición. Entonces, se dio a conocer que la exposición de la figura de la Joven de la Paz fue suspendida, al disponer la Agencia para Asuntos Culturales del Gabinete de Tokio que eliminaría la subvención a la Trienal de Aichi por desaprobar la exposición de esa estatua, decisión que fue tildada de “censura cultural”. 

La estatua de la Joven de la Paz es una obra artística que representa el sufrimiento de todas las mujeres que fueron forzadas a servir sexualmente al Ejército japonés durante la Segunda Guerra Mudnial. La primera fue instalada frente a la Embajada de Japón en Seúl con donaciones ciudadanas, y fue inaugurada el 14 de diciembre de 2011, durante la milésima edición de la protesta de los miércoles, una manifestación que las víctimas de la esclavitud sexual y activistas civiles organizan semanalmente para exigir a Japón que asuma la responsabilidad moral y legal que le corresponde por los crímenes cometidos en el pasado. A partir de esa primera estatua, erigieron otras réplicas en varios países del mundo, como Estados Unidos y Australia, convirtiendo a dicha pieza en símbolo de lucha por los derechos humanos de las mujeres y contra la violencia hacia las mujeres en tiempos de guerra.

Dicho esto, resulta paradójico que la popularidad de la estatua de la Joven de la Paz que haya aumentado, gracias justamente a que fue retirada de la Trienal de Aichi, hecho que indignó a muchas personas de todo el mundo, sobre todo mujeres, que iniciaron toda una campaña en su defensa. Así, mediante las redes sociales, artistas y activistas feministas de diversos países protestaron contra el cierre de la exhibición, publicando fotos de ellas mismas imitando la postura de la estatua en homenaje a las esclavas sexuales.