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Asistencia del premier a la coronación del emperador japonés

2019-10-14

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ⓒYONHAP News

El Gobierno surcoreano ha decidido enviar al primer ministro Lee Nak Yon a la coronación del nuevo emperador de Japón, como gesto para intentar mejorar la tensión existente entre Seúl y Tokio. Considerando la actual tensión en las relaciones entre Corea y Japón, la asistencia del primer ministro a la ceremonia se considera una oportunidad en varios sentidos. Pero, aún así muchos preguntan: ¿por qué no va el presidente Moon Jae In personalmente?


Muchos se hacen esa pregunta y en parte es obvio, ya que los problemas suelen resolverse con mayor facilidad ante iniciativas al máximo nivel o en instancias superiores. Sin embargo, en este momento, esa opción parece algo precipitada ante la complejidad de los temas pendientes entre Corea del Sur y Japón, y la falta de comunicación y entendimiento persistente entre ambas naciones. Incluso, en el peor de los casos, un mal paso podría agravar las discrepancias. En este contexto, podría decirse que la asistencia del primer ministro es una decisión más sensata.


Y también lo es en términos de “etiqueta diplomática”, ¿no?


Así es. Sobra decir que la ceremonia de coronación del emperador es uno de los acontecimientos nacionales más importantes de Japón, tanto a nivel interno, como a nivel internacional. A dicho evento acudirán invitados de todo el mundo, jefes de Estado o de Gobierno, o personalidades de rango similar. Es más, la “etiqueta diplomática” sugiere que en estos casos cada país debería enviar una autoridad de máximo nivel a la ceremonia, para entregar personalmente un mensaje de felicitación. Y como ya dijimos, el viaje a Japón del primer ministro Lee Nak Yon a la coronación del nuevo emperador de Japón parece lo más prudente, considerando las actuales relaciones entre Seúl y Tokio. 


Aparte, en el caso de concretarse una reunión a nivel de primeros ministros entre Lee Nak Yon de Corea y Shinzo Abe de Japón, aprovechando la asistencia del primero a la entronización del nuevo emperador, presumiblemente sería una buena ocasión para mejorar las estancadas relaciones bilaterales entre ambos países, ¿no?


Sí y sería la primera reunión al máximo nivel entre Seúl y Tokio después de que hace un año el Tribunal Supremo surcoreano emitiera un fallo contra empresas japonesas por movilización forzosa y explotación de obreros durante la era colonial. Sin embargo, cabe recordar que los problemas que ahora tensan el ambiente entre Corea y Japón tienen que ver con asuntos en sumo complejos y difíciles, como los mencionados dictámenes sobre explotación laboral durante el periodo colonial, las restricciones de Tokio a la exportación de diversos productos hacia Corea y la suspensión del acuerdo de intercambio de información militar, GSOMIA, entre otros asuntos.


Quizá por eso muchos apuntan que aunque finalmente los primeros ministros se reúnan, no supondrá un gran avance ante esos problemas…


Pero por otra parte, aunque la reunión solo sirva para escenificar la voluntad de la contraparte de superar el estancamiento de relaciones y mejorar los lazos bilaterales, ya sería un gran primer paso para intentar resolver los conflictos pendientes. En este sentido, se cree que la experiencia antaño acumulada por el primer ministro surcoreano como corresponsal de prensa en Tokio y expresidente de la Unión de Parlamentarios Corea-Japón, que le permitió entablar contactos cercanos con importantes personalidades del sector político-empresarial del país vecino, además de encontrarse en varias ocasiones con el primer ministro Shinzo Abe, será de gran utilidad.

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