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El primer ministro Lee Nak Yon se reunió el día 24 con el primer ministro japonés Shinzo Abe en un primer encuentro al máximo nivel entre las autoridades de Seúl y Tokio en un año.

Durante el encuentro, que duró unos veinte minutos, casi el doble de lo previsto inicialmente, ambos coincieron en que Corea y Japón son vecinos importantes recíprocamente, y que deberían resolver las tensiones.

El premier surcoreano, por un lado, enfatizó la necesidad de esforzarse por impulsar el diálogo y los intercambios entre Seúl y Tokio, mientras que en un tono similar su contraparte japonés abogó por mantener activa la comunicación entre ambos Gobiernos. Así, compartieron que la cooperación bilateral resulta crucial para muchos asuntos pendientes, incluyendo los relativos a Corea del Norte.

La reunión entre Lee y Abe llamó especialmente la atención al ser la primera entre autoridades de máximo rango de Corea del Sur y Japón, tras los dictámenes del Tribunal Supremo surcoreano contra empresas niponas por la explotación laboral durante el colonialismo en octubre de 2018, y el posterior enfriamiento de las relaciones entre ambas naciones. La reunión tuvo lugar en paralelo a la visita del primer ministro surcoreano a Japón para la coronación del nuevo emperador y se considera un simbólico paso para intentar resolver la tensión actual entre Corea y Japón, aunque los premieres no entraron en detalles durante la reunión. Pues el significado del encuentro residía en el mero hecho de que aceptaran verse cara a cara en un momento crítico, y presentaran una misma perspectiva a favor de superar cuanto antes los problemas y normalizar las relaciones bilaterales.

En este sentido, cobra especial protagonismo la carta que el propio presidente Moon Jae In envió a Abe a través de su primer ministro, destacando la relación de socios entre Corea y Japón como factor clave para la paz y la estabilidad del noreste asiático, de ahí que existe una mayor urgencia de solucionar las fricciones actuales.