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El presupuesto nacional propuesto para el próximo año es considerado como un “mega presupuesto”, al incluir un total de gastos de 513,5 billones de wones, la más elevada de la historia de Corea. Sin embargo, y pese a la postura del Gobierno y del oficialismo a favor de una política fiscal expansiva, la oposición, sobre todo los conservadores, tachan dicho plan de gastos de populista, ¿verdad?

Sí, principalmente porque en abril de 2020 habrá elecciones generales.

El partido que desaprueba más ferozmente el proyecto presupuestal es Libertad Corea. Pero, ¿cuál es su argumento?

La principal crítica que hace Libertad Corea es sobre las partidas asignadas a empleo y ayudas a Corea del Norte, las cuales que describe como gastos para “empleo ficticio” y un “pozo sin fondo”, respectivamente. Es más, esa formación ya adelantó que está decidida a rebajar los presupuestos generales del Estado para 2020 en 14,5 billones de wones, a fin de que no superen los 500 billones de wones. Al respecto Na Kyung Won, responsable parlamentaria de Libertad Corea, comentó que el plan de gastos del Ejecutivo solo dejará en herencia un astronómico déficit público a las generaciones más jóvenes, al tiempo de incluir partidas que obedecen solo a los intereses del Ejecutivo, de ignorar las exigencias del pueblo y de carecer de inversiones para el futuro.

El presupuesto nacional para 2020 es el más cuantioso en la historia del país. Pero, ¿cuáles son exactamente las partidas que más aumentaron respecto a años anteriores?

Principalmente han ampliado el gasto en crecimiento e innovación, pero también en empleo, bienestar, prestaciones sociales y educación. Concretamente, el Gobierno ha fijado un 59,3% más de fondos que en 2019 para impulsar el crecimiento económico basado en la innovación, partida en la que incluye los fondos necesarios para ayudar a los sectores afectados por las restricciones comerciales de Japón. En tanto, las partidas de bienestar, prestación social y empleo fueron elevadas un 12,8%, y el presupuesto de educación un 2,6%.

Sin embargo, se prevé que los ingresos gubernamentales apenas crecerán, ¿no?

Eso reflejan los pronósticos. Por ahora, estiman que en 2020 los ingresos del Gobierno apenas aumentarán un 1,2%, mientras que aquellos derivados de impuestos bajarán un 0,9%. Ante este panorama, el Ejecutivo no podrá evitar emitir bonos estatales para cubrir la falta de ingresos tributarios, emisiones que el próximo año prácticamente duplicarán a las de 2019. El problema es que este mecanismo, aumentará la relación entre deuda pública y producto interior bruto hasta el 39,8% en 2020, registrando un nivel superior en 2,7 puntos al de este año.

¿Pero, aún así, el Gobierno es firme en que su “mega presupuesto” es necesario?

Sí, ya que está convencido de la necesidad de aplicar políticas fiscales expansivas y centradas en un aumento del gasto público para reactivar la economía nacional, que actualmente atraviesa un prolongado túnel de desaceleración.