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Adoptados mantienen condición de apátridas en EEUU

2019-11-14

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ⓒKBS News

Según informan, entre 1955 y 2016 fueron adoptados unos 110.000 niños coreanos por familias estadounidenses. Sin embargo, se estima que más de 20.000 de esas personas no lograron obtener la ciudadanía de Estados Unidos, ¿no?


Esas son las estimaciones, pero la cifra podría ser superior y llegar a casi 50.000, al considerar o añadir aquellos niños que fueron adoptados antes de 1955.


¿Entonces son personas sin nacionalidad, es decir, apátridas?


Así son considerados a nivel legal, aunque obviamente por motivos diversos. Hay casos en que sus padres adoptivos se divorciaron antes de culminar los trámites de naturalización. En otros casos, la adopción fue rechazada, mientras que en otros quizá hubiera descuidos de las familias adoptantes al completar los trámites, o bien su situación deriva de ciertas lagunas legales en las normas relacionadas. Pero, al margen del diverso abanico de circunstancias que pudo llevar a muchos de ellos a no adquirir la nacionalidad estadounidense, su estatus les equipara a la baja y les sitúa en una situación extremadamente vulnerable, y no muy distinta a la de los inmigrantes ilegales. Además, como es presumible, suelen tener bastantes dificultades a la hora de encontrar trabajo y también corren el riesgo de ser expulsados de Estados Unidos.


¿Y existen casos famosos de coreanos adoptados por familias estadounidenses que hayan tenido que vivir en condición de apátridas?


Los más notorios son de dominio público. Uno de los más comentados es el caso de Adam Crapser, también conocido por su nombre coreano Sin Seong Hyeok, quien fue adoptado por una familia estadounidense en 1979 a la edad de tres años. Pero tras la adopción, sufrió una vida muy dura: fue víctima de maltrato infantil y sus padres adoptivos finalmente decidieron renunciar a la adopción, sin siquiera solicitar la ciudadanía estadounidense para él. Así, vivió como apátrida en ese país norteamericano hasta que fue expulsado a Corea del Sur por unos leves delitos que cometió, 37 años después de vivir en Estados Unidos, cuando tenía 40 años. La televisión surcoreana se hizo eco de su historia y eso hizo sacar a la luz muchos otros casos de apátridas resultado de adopciones fallidas en Estados Unidos. También generó todo un debate al respecto, e incluso emergieron casos como el de Phillip Clay, quien al igual que Adam Crapser, tras ser dado en adopción internacional, vivió en Estados Unidos sin obtener la ciudadanía y más tarde fue expulsado de ese país, hasta que en 2017, finalmente tomó la drástica decisión de suicidarse al no poder soportar más tanta agonía, derivada de su situación vital.


Considerando estos casos, muchos dan la bienvenida a la iniciativa actual del Congreso estadounidense por solucionar los casos de aquellas personas que siguen siendo apátridas, al no haber podido adquirir la ciudadanía pese a haber sido adoptados cuando eran niños...


Sin duda parece algo positivo y ojalá ayude a equilibrar las cosas. Al respecto, posiblemente influya en esa propuesta legislativa la campaña conjunta que actualmente promueven diversas organizaciones civiles en Estados Unidos, como Holt Internacional, una organización cristiana que intenta garantizar que los niños adoptados tengan un hogar digno y un entorno amigable, mediante una entidad que crearon y bautizaron Alianza para la igualdad de los adoptados.

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