ⓒKBS News

El ejercicio aéreo conjunto entre Estados Unidos y Corea del Sur programado para antes de fin de año podría convertirse en la llave para reanudar el diálogo entre Pyongyang y Washington.

El diálogo nuclear entre Estados Unidos y Corea del Norte lleva estancado bastante tiempo. Tras la ruptura de negociaciones en Estocolmo el  pasado 5 de octubre, ambos países se enzarzaron en una trama de declaraciones, hasta que el país norteamericano anunció que realizaría una maniobra aérea junto con Corea del Sur. Como era previsible, el país norcoreano reaccionó fuertemente, y entonces Washington aludió a la posibilidad de reducir la escala del ejercicio militar, medida que le ha servido para obtener de nuevo la “simpatía” de Pyongyang.

Previamente, y según lo programado, Corea del Sur y Estados Unidos anunciaron que realizarían un ejercicio aéreo conjunto, en reemplazo de la maniobra ‘Vigilant ACE’, un anuncio muy criticado por Corea del Norte...

Es cierto. Pyongyang reacciona de forma muy sensible a todos los ejercicios conjuntos entre Seúl y Washington, pero aún peor ante ejercicios conjuntos de las Fuerzas Aéreas de ambos aliados. Cabe recordar que el líder norcoreano, Kim Jong Un, es jefe del Comité de Asuntos Estatales y el comunicado protestando por esa maniobra conjunta emitido por el régimen norcoreano fue por el portavoz del citado comité. Por tanto, podríamos decir que fue un “mensaje oficial al máximo nivel”.

Tras este comunicado por parte de Pyongyang, el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, aludió a la posibilidad de reducir la escala de esa maniobra militar en Corea del Sur…

Dicho comentario podría ser visto como un gesto para inducir a Corea del Norte a reanudar el diálogo nuclear. En concreto, Esper dijo que podría aumentar o reducir la escala del ejercicio en base a las necesidades diplomáticas. Pero el comentario de Esper difiere en gran medida de la posición expresada por el teniente coronel David Eastburn, portavoz del Pentágono, tras la fuerte reacción que mostró Kwon Jong Gun, embajador norcoreano ante la ONU recientemente. Entonces, Eastburn dijo que Estados Unidos no realiza o ajusta la escala de sus maniobras militares en base al nivel de enfado que muestre Corea del Norte.

Pero pese a todo, Esper aludió a la posibilidad de ajustar esa maniobra, “cediendo parcialmente” a las exigencias de Pyongyang.

Efectivamente. Se estima que la alusión de Esper respondía al comunicado emitido por el Comité de Asuntos Estatales. Pero posteriormente Kim Yong Chol, presidente del Comité de Paz Corea-Asia Pacífico de Corea del Norte, emitió otro comunicado destacando que Pyongyang valoraba positivamente el comentario de Esper. Por eso los analistas consideran que Washington y Pyongyang podrían estar intentando retomar el diálogo de forma indirecta. Además, también genera interés que a través de ese comunicado, Kim Yong Chol exija a Estados Unidos que aporte directamente una “solución esencial” al problema, y no a través de un tercer país.

Ese último punto podría interpretarse como que Corea del Norte propone a Estados Unidos reanudar el diálogo a nivel ejecutivo.

Se cree que para el país norcoreano es una forma de buscar salida al estancamiento, pues la “fecha límite” impuesta unilateralmente por Pyongyang se aproxima. Por si acaso no estuvieran al tanto, cabe recordar que Corea del Norte fijó una fecha límite a Estados Unidos para ofrecer un nuevo enfoque, una “nueva fórmula” sustancialmente distinta a las propuestas realizadas hasta la fecha,  de cara a resolver el problema nuclear.