ⓒYONHAP News

El Gobierno surcoreano afirma que los próximos siete días serán críticos en la lucha contra el coronavirus de Wuhan, ante el rápido aumento de infectados y muertos en China. En este ambiente, el presidente Moon Jae In se reunió con expertos en salud pública para abordar el problema, y concluyeron que la prioridad actual es frenar la entrada al país de personas infectadas. Sin embargo, además de la dificultad de detectar el virus, hay otros factores como la proximidad geográfica y los activos movimientos turísticos y migratorios entre Corea y China que complican esa tarea…

Es realmente una tarea difícil, ya que entre Corea del Sur y China existen intensos intercambios y un flujo masivo de turistas y profesionales. Los datos indican que cada día llegan a Corea un promedio de 20.000 personas de China. Por tanto, los expertos en epidemias urgieron a reforzar en gran medida los controles de entrada al país de gente que proviene de China, para frenar la posibilidad de contagio mediante portadores o infectados.

Eso ha llevado al Gobierno a prohibir la entrada al país de extranjeros que hayan estado en la provincia de Hubei, epicentro del nuevo coronavirus, ¿no?

Así es. En concreto, las autoridades de Seúl anunciaron que ningún extranjero que haya estado en Hubei durante las últimas dos semanas podrá entrar a Corea del Sur, mientras que los ciudadanos surcoreanos que hayan visitado esa zona en China permanecerán en cuarentena domiciliaria. También decidieron suspender temporalmente la entrada de turistas chinos sin visado a la isla de Jeju, al tiempo de adoptar nuevos protocolos de gestión de infectados, y de terceros que hayan estado en contacto con ellos, así como para inyectar la partida de subvenciones a las personas en cuarentena domiciliaria.

De entre esas medidas, la de suspender el privilegio de entrar a la isla de Jeju sin visado, fue adoptada tras detectar que una turista china visitó dicho enclave durante varios días sin saber que estaba infectada por coronavirus, ¿verdad?

Sí. Se trata de una mujer de nacionalidad china en sus cincuenta, que recientemente realizó un viaje de cinco días a la isla de Jeju, y tras regresar a su país fue diagnosticada como infectada por coronavirus. Este caso ha desatado el pánico entre los residentes de Jeju, al saber que una persona contagiada estuvo cinco días paseando libremente por la isla sin siquiera saber que era portadora. Los datos reflejan que solo durante 2019 visitaron Jeju unos 800.000 turistas chinos, y de ellos un 98% entró sin visado, al igual que la mujer que fue confirmada como portadora del virus después de regresar a China.

¿Eso quiere decir que el coronavirus de Wuhan ya empieza a afectar al turismo y a la economía?

Eso parece, o al menos se piensa que perjudicará gravemente a la población de Jeju, cuya economía local depende en gran medida del turismo. De prolongarse la situación de alerta por riesgo de contagio de coronavirus, eso supondría un drástico descenso del turismo, no solo de viajeros chinos a esa isla, sino también de viajeros nacionales o extranjeros de terceros países, que descartarán elegirla como destino vacacional por ser un lugar con alta afluencia de turistas procedentes de China.