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Lee Jae Yong, vicepresidente de Samsung Electrónica y heredero del mayor conglomerado corporativo de Corea del Sur, dio el día 6 una rueda de prensa para ofrecer una disculpa oficial por las controversias en torno a Samsung, relacionadas con el traspaso del control del grupo a su persona y los presuntos intentos dentro de la empresa para impedir la sindicación de sus empleados.

Lee declaró que sobre él recae la responsabilidad de no haber cuidado que Samsung respetara cabalmente las leyes y la ética.

Admitió que muchas de las críticas contra el grupo derivan de la sucesión hereditaria del control administrativo de su padre, Lee Kun Hee, hacia su persona, y de las prácticas poco leales cometidas en ese proceso, y anticipó que para evitar futuras controversias no cederá el mando del conglomerado a sus hijos.

En lo referente a la relación obrero-patronal, reconoció el fracaso de Samsung en satisfacer las exigencias de la era actual y dijo sentir una profunda culpa ante los juicios en marcha contra ejecutivos de varias filiales del grupo, por supuesta injerencia en la formación de sindicatos de trabajadores. Enfatizó que de ahora en adelante no permitirá que Samsung sea descrito como una “empresa sin sindicato” y se comprometió a garantizar en todo momento los tres derechos laborales básicos como son la libre sindicación, la negociación colectiva y el derecho de reunión. 

La disculpa del sucesor de Samsung llega tras la recomendación del comité de cumplimiento normativo, establecido por dicho grupo siguiendo la orden del tribunal a cargo del juicio contra Lee Jae Yong, sobre casos de soborno e irregularidades cometidas para el traspaso del control administrativo del conglomerado a su persona.

Pero en realidad el mensaje de Lee tiene un significado muy superior a una simple disculpa, en vista de su estatus como líder de facto del mayor imperio empresarial de Corea. Por lo pronto, la reacción que muestra el mercado a su reciente declaración es bastante positiva. Así, nada más culminar la rueda de prensa, las acciones de Samsung y sus filiales subieron en la Bolsa, mientras que algunos incluso evalúan que las palabras de Lee Jae Yong constituyen la declaración para un nuevo Samsung, que rompe ataduras con las malas prácticas del pasado y proyecta un futuro de innovación en todos los sentidos. Sin embargo, también hay quienes opinan que al ser un mensaje unidireccional y carente de medidas concretas para resolver las controversias que aún persisten en Samsung, el heredero de ese conglomerado tan solo ofreció una disculpa a medias y muy poco sincera.