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El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, presentó esta semana a los futuros integrantes de su equipo de polític exteriores y de seguridad, adelantando cambios notables en las estrategias de Washington hacia la península coreana.

Para empezar, el día 24 anunció que Tony Blinken será el nuevo secretario de Estado y Jake Sullivan el nuevo asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Asimismo, Avril Haines, ex subdirectora de la CIA, figura como directora de Inteligencia Nacional, y la ex subsecretaria de Estado adjunta Linda Thomas-Greenfiel, como embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Mientras, John Kerry y Alejandro Mayorkas figuran como enviado especial para el cambio climático y como secretario de Seguridad Interior, respectivamente.

Tras conocerse el listado, la próxima embajadora ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, comentó que el nuevo equipo diplomático representa “el regreso de Estados Unidos, la vuelta al multilateralismo y la diplomacia”. Así, dejó implícito que la Administración Biden no seguirá el unilateralismo de Donald Trump ni su eslogan de “Estados Unidos Primero” ciegamente, pues retomará el canon del multilateralismo liderado por Estados Unidos mejorando la relación con los aliados.

Tal declaración deja entrever que también habrá cambios en las políticas del Gobierno estadounidense sobre la alianza con Corea del Sur y el problema nuclear norcoreano. La Administración de Biden intentará cerrar lo antes posible las negociaciones sobre reparto de gastos de defensa llegando a un acuerdo racional, pues considera que su precedesor dañó en parte los valores de la alianza al querer imponer a Seúl un aumento casi abusivo en su aportación, factor que repercutió negativamente en otros asuntos ligados a la defensa de la península coreana, como la cooperación tripartita entre Corea del Sur y Japón, la respuesta al problema nuclear norcoreano y la gestión de la situación política y de seguridad en el noreste asiático.

Sobre temas relacionados con Corea del Norte, en particular sobre la desnuclearización, se estima seguirán el método del acuerdo nuclear con Irán, considerando que Blinken, designado como secretario de Estado, participó activamente en el proceso para establecer dicho pacto y Sullivan, elegido como nuevo asesor presidencial de Seguridad Nacional, lo apoyó. El acuerdo nuclear con Irán, que por cierto se espera que el próximo Gobierno de Biden logre restaurar, se centra en un proceso de solución gradual en base a una cooperación internacional multilateral, y contrasta con la diplomacia de cumbres de estilo Trump. De ahí que para Corea del Sur será inevitable revisar parcialmente sus propias políticas para el proceso de paz de la península coreana.