ⓒYONHAP News

l Gobierno presentó el día 15 el cuarto Plan básico contra la baja natalidad y  envejecimiento poblacional, previsto entre 2021 y 2025, que destaca por comprender no solo programas de apoyo directo, sino también medidas para mejorar la calidad de vida en general, sobre todo en cuanto a educación y empleo, al considerar la baja natalidad como un fenómeno social generado por causas diversas.

Dicho esto, las ayudas directas del plan incluyen una nueva subvención a hogares con niños menores de un año, el aumento de incentivos económicos pro maternidad y la ampliación del apoyo para gastos educativos de familias con tres hijos o más.

Por orden, la subvención a matrimonios con hijos menores de un año es una prestación nueva y comenzará a ofrecerse para los bebés nacidos en 2022. Inicialmente entregarán 300.000 wones mensuales por hijo, ayuda que aumentará gradualmente hasta 500.000 wones al mes en 2025. Los incentivos económicos para fomentar la maternidad consistirán en dos millones de wones, que recibirá toda mujer que dé a luz, así como en tres millones de wones mensuales para alguno de los cónyuges con hijos menores de un año que pidan permiso por paternidad durante tres meses. El apoyo para gastos educativos, en tanto, llegará a las familias con bajos ingresos y más de tres hijos. Concretamente, el Estado cubrirá los gastos de matrícula universitaria de esos hogares a partir del tercer hijo.

Asimismo, aumentarán las guarderías públicas y estatales para elevar la tasa de uso de instalaciones públicas de cuidado infantil hasta un 50% a nivel nacional.

El cuarto Plan Básico contra la Baja natalidad y el Envejecimiento poblacional, según el comité presidencial a cargo de su redacción, se basa en la visión del Gobierno de crear una “sociedad sostenible de feliz convivencia entre las diferentes generaciones”. A estas alturas, consideran que la baja natalidad no es tanto el problema, sino la consecuencia de otra serie de retos sociales y estructurales, como la inestabilidad laboral y de vivienda, o las dificultades reales que existen para lograr el deseado equilibrio entre trabajo y vida familiar. Retos que muchos jóvenes coreanos perciben como insuperables en el contexto actual, y les obligan a reconsiderar casarse o tener hijos, además de hacerles pensar que la condición de casados o de padres ya no es indispensable en la sociedad coreana. Desde esta perspectiva, aparte de las ayudas directas anteriormente mencionadas, las autoridades adoptarán medidas para permitir a las mujeres seguir trabajando y mantener sus carreras sin sufrir desventajas, aun después de casarse o al quedar embarazadas.

Así, aunque muchos reconocen que el plan está correctamente orientado, preocupa que muchas de las medidas que contempla no surtan efecto, al ser todavía superficiales y unidimensionales.