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El Tribunal del Distrito Central de Seúl falló el día 8 a favor de la parte demandante que reclamaba una indemnización del Gobierno japonés. La demanda fue interpuesta colectivamente por doce víctimas de la esclavitud sexual impuesta por Japón durante la Segunda Guerra Mundial, incluyendo familiares de algunas ya fallecidas como Bae Chun Hee. La corte conminó al pago de 100 millones de wones por persona en concepto de indemnización, en la primera sentencia de la Justicia surcoreana a favor de las víctimas de esclavitud sexual contra Japón, de las varias interpuestas hasta la fecha.

El tribunal consideró que las pruebas y alegatos presentados constatan la comisión de delitos que causaron graves daños físicos y psicológicos a las demandantes, si bien la parte demandada nunca adoptó medidas para reparar los daños y perjuicios ocasionados, estableciendo una demanda de 100 millones de wones por persona.

En cuanto a la inmunidad soberana, principio jurídico que impide a un Estado ser juzgado por terceros países, el tribunal determinó que ante la naturaleza de los delitos, considerados crímenes de lesa humanidad, no podría operar en este supuesto. Puntualizó que la esclavitud sexual impuesta por Japón durante la Segunda Guerra Mundial a mujeres de sus colonias fue un crimen organizado e inhumano de amplio impacto que atenta contras normas perentorias del Derecho Internacional.

El dictamen guarda especial significado al ser el primero emitido por la Justicia de Corea del Sur sobre una demanda interpuesta contra el Gobierno japonés por mujeres que fueron maltratadas y sexualmente explotadas por el Ejército de ese país durante el colonialismo, pues sienta un precedente sobre la posibilidad de enjuiciar casos de esta índole. Obviamente, estamos ante un proceso complejo, que precisó siete años y cinco meses desde la presentación de la demanda en agosto de 2013.