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Un nuevo informe de las Naciones Unidas presenta que Corea del Norte siguió operando y mejorando su programa de armas nucleares y de misiles balísticos en 2020, encima obtuvo más de 300 millones de dólares mediante hackeos para financiarlo durante el año pasado. Así lo divulgó la agencia de noticias Reuters el día 8, en base al informe anual del panel de expertos de la comisión de sanciones contra Corea del Norte del Consejo de Seguridad de la ONU.

El eje central de este informe es que Corea del Norte prosiguió con el desarrollo nuclear, actividad que constituye una violación de las sanciones impuestas por la comunidad internacional contra ese país. Al respecto, especifica que el régimen de Pyongyang fabricó material fisible, mantuvo centros nucleares y optimizó sus instalaciones de misiles, al tiempo de intentar importar materias primas y tecnologías del exterior a fin de mejorar su programa de desarrollo nuclear y balístico. Menciona además los desfiles militares organizados por Corea del Norte durante 2020 uno de cuyos objetivos fue exhibir nuevos proyectiles de medio y largo alcance capaces de ser equipados con ojivas nucleares, así como misiles balísticos intercontinentales y submarinos. Sin embargo, aclara que es incierto si los misiles norcoreanos son lo suficientemente sofisticados como para resistir al calor que se produce al reingresar en la atmósfera terrestre.

El informe también alude a la piratería informática realizada por dicho país comunista contra entidades financieras o casas de cambio de monedas virtuales para obtener dinero con el propósito de costear el desarrollo de armas nucleares y de misiles. Concretamente, estima en unos 316,4 millones de dólares lo obtenido por el régimen norcoreano a través de hackeo desde 2019 hasta noviembre de 2020. Así alega que, ante las sanciones internacionales y el COVID-19 que obstruyen sus actividades para ganar divisas, Corea del Norte usa diversos medios para esquivar el bloque económico-comercial en contra suya y que uno de ellos es justamente la piratería informática.

En realidad, no es tanto una sorpresa que Pyongyang haya seguido con su programa de armas nucleares y de misiles el año pasado, máxime considerando que hizo lo mismo cuando aún estaban en vigencia acuerdos de desnuclearización. Esto, en otras palabras, significa que ese país continuará acelerando aún más el proceso de desarrollo nuclear y balístico, además de implicar que las relaciones tanto intercoreanas como entre Corea del Norte y Estados Unidos permanecerán en punto muerto, más sin definirse todavía la estrategia de la nueva administración de Washington hacia la península coreana.