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En Corea existe un sistema conocido por todos como “edad coreana”. Según las normas de la sociedad coreana, un bebé al nacer automáticamente cumple un año. Si bien este sistema refleja la filosofía de respeto a la vida, al considerar los meses que el feto está en el vientre de la madre, es motivo de confusión, pues existe otra regla - la de la ‘edad anual’- por el que toda persona suma un año más a su edad con el nuevo año. Por ejemplo, si un bebé nace el 31 de diciembre, tendrá un año en el momento del nacimiento, dos el día después - al comenzar un nuevo año- y tres el siguiente 1 de enero.

En realidad, entre los coreanos la “edad coreana” no crea mayores problemas para la vida cotidiana, pues esa forma de calcular la edad es una convención social. Pero las complicaciones surgen en el ámbito jurídico, donde las fechas concretas tienen gran relevancia, y una diferencia de días o meses, puede atenuar o agravar una sanción penal, por ejemplo. De hecho, estos días la edad es motivo de confusión entre los ciudadanos pues las autoridades sanitarias no especifican si hablan de “edad coreana” o del cómputo en base a la fecha de nacimiento al anunciar el calendario de vacunación contra COVID-19 por franjas de edad.

Así las cosas, el comité de transición dio a conocer esta semana que unificará el sistema de cómputo de edad, y prevalecerá el sistema legal, que toma en consideración la fecha de nacimiento, a fin de minimizar confusiones y pleitos que surgen en torno a los diversos servicios sociales, civiles y administrativos.

Asimismo desplegará una campaña para promover, tanto en el sector público como entre la ciudadanía, usar el sistema de edad según la fecha de nacimiento. A tal fin, el nuevo Ejecutivo redactará una enmienda a la ley vinculada a lo largo del año, para intentar que sea aprobada por el Parlamento en el año 2023.