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El Banco de Corea elevó el día 14 el tipo de interés por cuarta vez desde agosto de 2021, exactamente del 1,25% al 1,5% anual durante una reunión de su Comité Financiero y Monetario. La decisión se atribuye al pronóstico de un contexto con un ritmo constante de recuperación económica, donde los precios al consumidor seguirán aumentando mientras que las previsiones de crecimiento se mantendrán a la baja. 

El Comité Financiero y Monetario del banco central explica que, pese al impacto del conflicto ruso-ucraniano, las exportaciones disfrutarán de un incremento estable, aunque para el producto interior bruto del país prevén un aumento inferior al 3% vaticinado en febrero. Para los precios al consumidor, en tanto, se prevé una subida de más de un 4% durante los próximos meses, situando la inflación annual por encima del 3,1% estimado hace dos meses.

La subida del tipo de referencia considera el fuerte aumento de los precios y la estrategia de varias economías desarrolladas, en particular de Estados Unidos, de aplicar políticas monetarias restrictivas y elevar las tasas de interés. En realidad, el riesgo de desaceleración económica persiste en estos momentos por diversos factores adversos como la guerra en Ucrania, sin embargo y aun así, las autoridades decidieron aumentar los tipos, al considerarlo una medida inevitable ante las fuertes presiones inflacionarias.

En cuanto a la situación de precios en Corea del Sur, se detecta un grave encarecimiento del petróleo, de las materias primas y los granos, que llevó al índice de precios al consumidor a aumentar en marzo un 4,1% respecto al mes anterior. La última vez que dicho índice alcanzó el 4% fue hace diez años y tres meses, en diciembre de 2011. 

La inflación es actualmente un problema planetario. Los datos indican que los precios al consumidor en las principales naciones desarrolladas de Europa o en Estados Unidos subieron entre un 5% y un 7%, y sus bancos centrales ya procedieron a aumentar las tasas de interés o planean hacerlo inminentemente.

En Corea del Sur, la opinión generalizada es que harán falta subidas adicionales del tipo de referencia, máxime ante los pronósticos que anticipan que en mayo la Reserva Federal de Estados Unidos podría elevar de golpe un 5% las tasas de interés.