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La economía de los hogares, ya bastante afligida por la inflación y la carestía de la canasta familiar, recibirá otro fuerte golpe: la subida simultánea de las tarifas de luz y de gas. Así, se espera que en julio el gasto promedio de una familia de cuatro personas aumente en electricidad un mínimo de 1.500 y en gas 2.200 wones. Lo peor es que el encarecimiento de tales servicios básicos inevitablemente acelerará la inflación en general. 

Según anticipó KEPCO, la Corporación de Energía Eléctrica de Corea, el precio primario de facturación para el tercer trimestre será de 5 wones por kilovatio. Esto implica que un hogar de cuatro integrantes que consuma unos 307 kilovatios en promedio al mes verá un aumento de 1.535 wones en su recibo de electricidad. La tarifa del gas también subirá en julio, elevando en unos 2.220 wones en promedio el gasto energético de las familias de cuatro personas. En los últimos meses, el precio de la luz aumentó una ocasión en abril, y el del gas dos veces, en abril y mayo.

Considerando el impacto de la subida de la luz y del gas en la economía popular, las políticas energéticas del Gobierno se centraron en contener el precio de dichos servicios. Sin embargo, afirman que ya no es posible postergar el aumento, pues l coyuntura mundial sufre un abrupto encarecimiento de la energía y de las materias primas. Esta es la explicación de las autoridades sobre los motivos para elevar las tarifas de luz y de gas. 

En cualquier caso, todos saben que la subida de servicios básicos para la vida, el comercio y la actividad industrial – como la luz, el agua o el gas- influye en gran medida en los precios en general, así como en la psicología de los agentes económicos. En mayo, los precios al consumidor subieron un 5,4% respecto al año anterior, registrando el mayor incremento en trece años y nueve meses desde el 5,6% de agosto de 2008, mientras que el precio de la luz, el gas y el agua mostró un aumento del 9,6% en promedio. Esto indica que las tarifas de esos servicios contribuyeron en unos 0,32 puntos porcentuales a la inflación general del 5,4%. En otras palabras, de no haber subido, la inflación no hubiera llegado al 5,1%. 

Pero lo que más inquieta a estas alturas es que todos los pronósticos indican que los precios seguirán subiendo y Corea del Sur podría llegar en los próximos meses a un 6% de inflación, ante la escasa probabilidad de que los precios del petróleo y las materias primas bajen, o al menos dejen de dispararse a corto plazo.