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Con motivo del Día de la Liberación de Corea, celebrado cada 15 de agosto, y siguiendo la tradición, el presidente Yoon Suk Yeol concedió indultos especiales a 1.693 convictos, entre empresarios, “delincuentes de supervivencia” y presos en condiciones extraordinarias, como discapacitados, enfermos o personas que están detenidas con sus hijos.

En la lista de empresarios indultados figuran el vicepresidente de Samsung Electrónica, Lee Jae Yong; el presidente de Lotte, Shin Dong Bin; el dirigente de la firma siderúrgica Dongkuk, Chang Sae Joo; y el expresidente del grupo STX, Kang Deok Soo. Junto a estos, quedaron libres de sanciones administrativas 807 constructores bajo restricciones de acceso a licitaciones y 92 agentes inmobiliarios suspendidos. 

Además, fueron puestas en libertad personas que recibieron pena de prisión por cometer actos delictivos como medio de supervivencia, como una mujer que fue condenada a un año de cárcel por robar ajo por un valor de 70.000 wones, menos de 70 dólares, u otro que por robar alimentos en latas de conserva en un supermercado por valor de 300.000 wones, unos 230 dólares, estaba cumpliendo una pena de seis meses de prisión. El Ministerio de Justicia explicó que todos son “delincuentes de supervivencia” que ocasionaron daños inferiores a un millón de wones y mostraron una conducta ejemplar mientras cumplían su condena.

Sin embargo y contra las expectativas, personalidades del ámbito político o exfuncionarios fueron excluidos del indulto por el Día de la Liberación, como el expresidente Lee Myung Bak, el exgobernador de Gyeonggi del Sur Kim Kyung Soo, el exministro de Finanzas Choi Kyung Hwan y los exdirectores del Servicio Nacional de Inteligencia Nam Jae Jun y Lee Byung Ki. Al respecto, muchos analizan que el presidente Yoon Suk Yeol debió de tomar la decisión de no indultar a esas personalidades a fin de evitar polémicas y rechazos entre la población, ahora que sufre de una sustancial pérdida de apoyo. Máxime porque el indulto a empresarios ya era objeto de duras críticas y en efecto algunos quedaron fuera de la lista por ello. Incluso surgieron opiniones de que liberar a quienes perturbaron el orden económico con la excusa de que su papel puede ser fundamental para la recuperación de la economía nacional, es como encomendar una caja a un ladrón.