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Mientras las exportaciones de armas de Corea del Sur se acercan a la meta de superar los 20.000 millones de dólares anuales, se prevé que, de seguir a este ritmo, el país se convertirá pronto en una de las cuatro mayores potencias mundiales en industria de defensa. Sin embargo, también surge la necesidad de mejorar el apoyo al sector, considerando los insuficientes sistemas de promoción del país, respecto a los de otras naciones más avanzadas.

La previsión de que las exportaciones de equipos militares superarán los 20.000 millones de dólares en 2022 proviene del Instituto de Economía y Comercio Industrial, siempre que Corea cierre varios contratos de venta de armas con Australia, Malasia y Noruega. En lo que va de 2022, las exportaciones surcoreanas de defensa ya han superado los 10.000 millones de dólares, batiendo el récord previo de 7.200 millones de dólares anuales.

Este logro se atribuye a la diversificación de las exportaciones y de los destinos. Los datos reflejan que antes Corea vendía armas principalmente a países asiáticos o a Norteamérica, pero ahora el mapa comercial abarca Oriente Medio, Europa, América Latina, Oceanía y hasta África. En tanto, los equipos militares que Corea oferta al mundo ya no se limitan solo a municiones o buques, pues actualmente incluyen artillería, aviones y armas guiadas.

Dicho esto, el país que más contribuyó a aumentar las exportaciones surcoreanas de defensa durante este año fue Polonia, que en julio acordó con Corea del Sur una compra por valor de 14.800 millones de dólares entre tanques, vehículos blindados y aviones de ataque ligero, y poco después procedió a la firma del contrato oficial para recibir la primera partida de ese equipamiento por valor de 5.760 millones de dólares.

Las armas surcoreanas más demandadas por otras naciones durante 2022, incluyendo Polonia, son el tanque K-2, el obús autopropulsado K-9 y el avión caza FA-50. El mayor atractivo de estos equipos es su elevado rendimiento, comparable o incluso superior al de los equipos militares de las mayores potencias del mundo en el sector defensa, mientras que su precio es relativamente más bajo.

Este tipo de equipamiento es el que actualmente Corea negocia para vender a Australia, Malasia y Egipto.

Ante el auge de la industria de defensa de Corea del Sur, aumentan las críticas contra el insuficiente apoyo al sector. En particular, muchos señalan la inexistencia de mecanismos de financiación para exportadores de armas o de contratos de compraventa interestatales, así como la timidez del Gobierno a la hora de impulsar medidas de fomento de la industria nacional de defensa. Para compensar ese déficit, proponen tomar como referencia los casos de Estados Unidos y Francia y diseñar un programa integral de cooperación inteligente en defensa, destinado a ofrecer apoyo técnico, financiero y de entrenamiento de uso de armas al exportar equipos militares.