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2024-04-12
El presidente Yoon Suk Yeol ofreció esta semana un discurso en la Asamblea Nacional, algo común entre los mandatarios de Corea del Sur en el último trimestre del año, de cara a presentar los Presupuestos Generales del Estado para el siguiente ejercicio y la orientación de las políticas del Gobierno para el nuevo año. Sin embargo, esta vez ocurrió algo sin precedentes pues la oposición boicoteó el discurso parlamentario presidencial por primera vez desde que este “trámite político” fuera institucionalizado durante la administración de Roh Tae Woo, en las postrimerías de la década de 1980.
Ante la Asamblea Yoon habló mayormente de economía y seguridad nacional. Expresó su particular inquietud por la volatilidad y la incertidumbre del mercado financiero, factores que persisten en un contexto marcado por variables cuya evolución es imposible predecir, como la inflación, la subida de los tipos de interés y el fortalecimiento del dólar. Sobre todo aludió a cómo esta coyuntura agrava las dificultades y el sufrimiento de las clases sociales más vulnerables.
En respuesta, el mandatario confirmó como ejes centrales de la política presupuestaria del Gobierno para el ejercicio 2023 la mejora de la salud pública y la ampliación de prestaciones de bienestar para las capas sociales más necesitadas. Así, justificó una reducción del presupuesto de 24 billones de wones -el máximo en décadas- afirmando que resulta inevitable para frenar la deuda pública.
En tanto, para acallar las posibles críticas que podrían surgir sobre que este recorte limitará los servicios de bienestar para los ciudadanos, el presidente hizo especial énfasis en las partidas diseñadas -según él- para promover de forma más práctica la seguridad social. Entrando en detalle, destacó las partidas que el Gobierno planea destinar a reforzar el apoyo de los hogares monoparentales, a fomentar el empleo de personas discapacitadas, a ayudar a aquellos que residen en viviendas precarias y a elevar la pensión básica para la vejez.
Yoon también aludió a los graves retos de seguridad nacional, en concreto a la amenaza balístico-nuclear de Corea del Norte, al apostar por una mayor fuerza de disuasión, al tiempo de reiterar su “propuesta audaz” de ofrecer incentivos políticos y económicos a Corea del Norte si se aviene a retomar el diálogo y se compromete con una desnuclearización total.
Sin embargo, y más allá del contenido del discurso presidencial, fue más sonado el boicot del principal partido opositor The Minjoo, un hecho sin precedentes en la historia política de Corea del Sur. El principal opositor acudió a ese recurso para protestar contra la investigación fiscal sobre los fondos electorales de su líder, Lee Jae Myung, que tilda de “persecución política”, así como para exigir una disculpa del mandatario por los inapropiados comentarios que hizo durante un viaje al exterior y por el fiasco diplomático de su Gobierno.
Así, la actualidad política del país atraviesa un periodo de feroz contienda entre oficialistas y opositores, situación para la que por ahora no se divisa una salida.
2024-04-12
2024-04-10
2024-04-05