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Esta semana el presidente Yoon Suk Yeol viajó al Sudeste Asiático para promocionar su estrategia del Indo-Pacífico de Corea del Sur que tiene como ejes la libertad, la paz y la prosperidad. 

El día 11 el mandatario asistió a la Cumbre Corea-ASEAN en la capital camboyana de Phnom Penh y proclamó que la estrategia de Seúl incluye medidas de cooperación con ese bloque de naciones del Sureste Asiático para promover un Indo-Pacífico libre, próspero y pacífico. En esta línea, presentó la Iniciativa de Solidaridad Corea-ASEAN, al tiempo de proponer reforzar el diálogo entre autoridades diplomáticas, institucionalizar la reunión de ministros de Defensa y mejorar las relaciones al nivel de socio estratégicos integrales en 2024, con motivo del 35º aniversario del establecimiento de lazos diplomáticos entre Corea del Sur y la ASEAN. Además, llamó a colaborar en acciones conjuntas contra las amenazas norcoreanas, a actualizar el tratado de libre comercio vigente entre Corea y los Estados de dicho bloque regional, a establecer una asociación para reducir el metano y un centro para la descarbonización y la conversión ecológica, y a promover la lucha conjunta contra la contaminación atmosférica.

Aparte de las reuniones con ASEAN, en la agenda del presidente tuvieron gran relevancia los encuentros con los líderes de Estados Unidos y Japón, principalmente para hablar de las amenazas balístico-nucleares de Corea del Norte. Como resultado de la cumbre tripartita emitieron una declaración reafirmando la cooperación en seguridad, apostaron por la disuasión ampliada y acordaron el intercambio en tiempo real de información sobre misiles norcoreanos entre Seúl, Washington y Tokio. 

En lo que se refiere a las relaciones bilaterales entre Corea del Sur y Japón, Yoon y el primer ministro del país vecino, Fumio Kishida, reiteraron la necesidad de resolver lo antes posible el problema de la indemnización a las víctimas de la explotación laboral durante el colonialismo, aunque no llegaron a conclusiones definitivas.

Finalmente, en la cumbre Corea del Sur-China, la primera en tres años, hubo coincidencias y discrepancias, según los temas, como si reflejara la compleja coyuntura regional e internacional y la incómoda situación actual entre Seúl y Beijing. En cualquier caso, la concreción del encuentro dejó entrever que ambos países tienen voluntad de mejorar las relaciones bilaterales.