ⓒKBS NewsSolo durante 2021 más de 3.000 personas murieron en soledad en Corea del Sur, un 40% más que hace cinco años. La situación es alarmante y el Gobierno está intentando definir un plan a medio y largo plazo para reducirlas, mientras los expertos destacan la necesidad de programas de apoyo económico y esfuerzos por mejorar la conexión social. 

El Ministerio de Salud y Bienestar publicó esta semana los resultados del Primer Estudio Gubernamental sobre Muertes Solitarias, informe que advierte del aumento de personas que fallecen en soledad sin que nadie se entere. El informe detalla que el año pasado 3.378 ciudadanos murieron en soledad -un 40% más que en 2017- y que dichas muertes representaron un 1% del total anual. Además, revela que las muertes solitarias aumentaron en Corea del Sur un 8,8% anual en promedio desde 2017, excepto en 2019, siendo el grupo más afectado es el de varones de entre 50 y 69 años, que coparon un 52,1% de las muertes solitarias de 2021. 

Se trata del primer estudio oficial a nivel nacional, en virtud de la Ley de Prevención y Control de Muertes Solitarias que entró en vigor en abril de 2021. Dicha norma  define “muerte solitaria” como la muerte o el suicidio de aquellas personas que viven en soledad, sin conexiones con otros - ni siquiera con familiares- cuyos cadáveres suelen hallarse al transcurrir cierto tiempo tras la defunción. 

Los resultados plantean varios temas para reflexionar, como la elevada tasa de muertes solitarias entre hombres en sus cincuenta, el inquietante porcentaje de suicidios de jóvenes entre esas “muertes solitarias” o la correlación entre enfermedades crónicas y muertes solitarias. En cuanto al primer problema, se estima que los hombres en sus cincuenta tienden a sentirse cada vez menos satisfechos con su vida cotidiana y descuidan su salud, al no estar acostumbrados a realizar tareas domésticas, máxime si se quedan desempleados o se divorcian de sus parejas. Lo más triste es que gran parte de los varones de mediana edad rechazan socializar o recibir ayuda de otros, factor que aumenta las “muertes solitarias” entre esa población.

En todo caso, el aumento de personas que mueren solas también refleja el aumento de hogares unipersonales y la menor solidaridad social, por eso sociólogos y otros especialistas opinan que, para reducir el nivel de muertes solitarias, lo más urgente es mejorar las conexiones sociales.