ⓒKBS NewsLa historia de la migración coreana reciente comenzó hace 120 años. Concretamente, el 22 de diciembre de 1902, un grupo de coreanos salió del puerto de Incheon para radicarse en Hawái. Desde entonces, los migrantes de Corea del Sur se dispersaron por el mundo y actualmente viven en 180 países, creando una comunidad étnica de 7,2 millones de personas. 

Pero según los registros, los primeros migrantes fueron esos 86 coreanos que hace más de un siglo llegaron a Hawái. A partir de ahí, en apenas tres años otros 7.400 coreanos partieron hacia el mismo destino en 64 viajes, hasta 1905. La mayoría abandonó su tierra natal en busca de mejores condiciones económicas, pero la vida que encontraron allí fue más que precaria, pues la mayoría fue sometida a trabajos duros en plantas azucareras, en condiciones de cuasi esclavitud.

Pero en esa primera generación de migrantes coreanos en Hawái también había mujeres que cruzaron el Pacífico para contraer matrimonio con hombres locales, a quienes solo conocían por foto. Datos de aquella época reflejan que fueron más de 700 coreanas, y fueron las que mayormente contribuyeron a establecer las bases de asentamiento de los coreanos, sacando adelante a sus familias y sacrificándose por los hijos.

Algunos de los descendientes de esa primera generación de migrantes coreanos se quedaron en Hawái, aunque muchos otros fueron a territorio estadounidense en América, convirtiéndose en germen de la actual comunidad coreana en ese país.

Los movimientos migratorios de los coreanos aumentaron con el inicio del colonialismo japonés, con tres corrientes diferenciadas: una primera liderada por aquellos que optaban voluntariamente por dejar Corea para escapar de la explotación y opresión de los colonizadores, una segunda de independentistas en busca de asilo, o de mayor libertad para luchar por la independencia del país, y otra de coreanos forzosamente desplazados por Japón para consolidar su dominio sobre Manchuria, o bien para ampliar su influencia en Asia Central. En ese proceso, los coreanos comenzaron a dispersarse por el mundo, mayormente en países como Estados Unidos, China, Rusia y Japón, aunque hubo también coreanos que llegaron a tierras más lejanas, como México y Cuba.

Después de Guerra de Corea, el principal motivo de los coreanos para migrar fue la pobreza. La mayoría de casos de aquella época fueron mujeres que se vieron obligadas a abandonar el país para seguir a sus maridos, generalmente soldados estadounidenses, o bien niños huérfanos que fueron dados en adopción internacional. De hecho, los datos indican que desde 1955 hasta la actualidad más de 200.000 niños coreanos fueron adoptados por familias en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos y Europa.

Y más recientemente, los movimientos migratorios surgieron bajo el marco de la Ley migratoria promulgada en 1962, para ofrecer a la población mejores oportunidades en el exterior, mientras que el país sufría de subdesarrollo y escasez de empleo ante una excesiva densidad demográfica. En este contexto, muchos coreanos decidieron marcha a Brasil, Paraguay y Argentina, países que precisaban mano de obra para su agricultura. Asimismo, en ese periodo Corea envió unos 8.000 mineros y 10.000  enfermeras a Alemania. 

Así evolucionó la “diáspora coreana”, que si bien en el pasado estuvo motivada por la pobreza o condiciones sociopolíticas adversas, actualmente contribuye a mejorar el estatus de Corea y de los coreanos en el mundo en términos económicos, sociales, culturales y políticos.