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El sábado 15, mientras un avión de Korean Air esperaba turno para despegar del Aeropuerto internacional de Hong Kong, cuatro pasajeras se levantaron de repente de sus asientos y dijeron a una azafata que bajarían de la aeronave. Se trataba de tres chicas de nacionalidad china y una hongkonesa que habían comprado el pasaje y subido en el avión para ver al grupo del K-Pop WannaOne, que se encontraba a bordo del aeroplano para regresar a Corea, tras participar en una ceremonia de entrega de premios musicales celebrada en Hong Kong la noche anterior. Como resultado, los aproximadamente 360 pasajeros tuvieron que bajar del avión y pasar nuevamente por el control de seguridad, porque el reglamento de aviación civil establece que cuando un pasajero baja del avión justo antes del despegue, hay que revisar todo el avión de nuevo para evitar que alguien haya dejado un artefacto peligroso. Finalmente el avión pudo despegar de Hong Kong una hora más tarde de lo previsto. Mientras, Korean Air les devolvió el dinero del pasaje menos algunos gastos de servicios. Pese a todo el embrollo, la policía hongkonesa no sancionó a las fans de WannaOne, pues no causaron grandes disturbios.