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Uno de los árboles más antiguos del mundo es el ginkgo, conocido por la característica forma de abanico de sus hojas. Precisamente, el alimento de temporada que les presentaremos hoy son las nueces de ginkgo. Son pequeñas, amarillentas y cubiertas por una fina envoltura, y maduran aquí en Corea entre los meses de septiembre y octubre.

Este ingrediente es conocido por sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud, además de la excelente textura y sabor. Una de las virtudes más destacadas es que ayuda a la circulación de la sangre. Este alimento contiene abundantes flavonoides, una sustancia que mejora el flujo sanguíneo y fortalece la pared capilar. Además, es rico en lecitina que contribuye a eliminar el colesterol malo en la sangre. Las nueces de ginkgo también son una excelente fuente de vitamina C que puede mejorar la inmunidad y aliviar la fatiga corporal. Es un alimento bajo en calorías y grasas por lo que incluso aquellos que desean perder peso pueden incluirlos sin problemas en su dieta diaria.

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La receta coreana a compartir hoy con ustedes es “eunhaeng bab” o arroz con nueces de ginkgo, el cual es muy sencillo de preparar.

Los ingredientes principales son: tres tazas de arroz no glutinoso, media taza de nueces de ginkgo y cuatro tazas de agua. Para la salsa, necesitamos cinco cucharas de salsa de soja, un ají rojo y otro verde, dos cucharas de semillas de sésamo, otras dos de aceite de sésamo, y una cuchara de ají picante molido.

Primero, lavamos el arroz no glutinoso con agua hasta que esta salga transparente y dejamos el arroz en remojo durante unos 30 minutos. Por otro lado, ponemos a hervir agua con un poco de sal. Echamos las nueces de ginkgo y las hacemos rodar apretando con la parte cóncava de una cuchara contra las paredes de la olla. Las sacamos del agua y terminamos de descascararlas a mano. Luego, en una olla mediana, colocamos el arroz y las nueces de ginkgo bien mezclados, junto con el agua. Tapamos y ponemos la olla a hervir a fuego alto hasta que hierva la preparación. Cuando rompa en hervor, bajamos a fuego medio y proseguimos con la cocción durante 20 minutos más. Una vez que ha desaparecido el agua absorbida por el arroz, hay que poner el fuego al mínimo y dejarlo unos cinco minutos más. Quitamos la olla del fuego y mezclamos con una cuchara de madera.