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Según el calendario de las divisiones estacionales, el 7 de julio es “soseo” que literalmente significa “calor menor”. A partir de esta fecha comienza la canícula del verano, propiamente dicha. A propósito, hoy precisamente hablaremos de una fruta idónea para consumir en esta temporada de calor, que no solo se disfruta en este país asiático sino también en otras partes del mundo. Nuestra protagonista de hoy es la sandía, la reina del verano. Además de ser muy refrescante y dulce, tiene múltiples propiedades para la salud, y junto al melón es una de las frutas con mayor cantidad de agua, por tanto ayuda a evitar la deshidratación durante el estío.

Además, la sandía es conocida por contener abundante cantidad de licopeno, una sustancia antioxidante que favorece el sistema inmunitario. También contiene muchos otros valiosos nutrientes, como vitaminas tipo B1 y B6, que ayudan a tener unos músculos más fuertes, así como a combatir el agotamiento físico. En tanto, la abundante cantidad de magnesio previene los calambres musculares, mientras que el potasio ayuda a reponer pérdidas de sales minerales en el verano. La sandía contiene poca fibra y sus grasas son ínfimas, propiedad que la convierte en un alimento muy atractivo para incluir en la dieta diaria.

¿Y cómo elegir una sandía bien madura? Al darle unos golpes suaves con los dedos o la palma de la mano, la fruta debe emitir un sonido hueco. También es importante fijarse en los extremos de la sandía. Cuanto más precisas y visibles sean sus rayas, más dulce será la fruta. Otro consejo para elegir una buena sandía es mirarle el ombligo, o sea, la parte de la fruta que estaba sujeta a la planta, pues las de ombligo pequeño suelen ser más dulces.

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Hoy les presentaremos un postre que se puede preparar muy fácilmente con la sandía. Me refiero a “subak hwachae” o ponche de sandía al estilo coreano, perfecto para disfrutar en esta temporada veraniega. Los ingredientes para cinco o seis personas son: una sandía de aproximadamente 6 kilogramos, 500 mililitros de gaseosa y cuatro cucharas de azúcar. 

Primero, hay que cortar la sandía por la mitad. No olviden lavarla bien con agua antes de cortarla. Recuerden que la cáscara de la sandía servirá como excelente envase para servir el ponche. Extraemos la pulpa con cucharita para formar bolitas de fruta. El resto de la pulpa lo trituramos bien o lo ponemos en la licuadora hasta obtener jugo de sandía. Luego colocamos las bolitas en la cáscara de la sandía, el licuado, 500 mililitros de gaseosa y cuatro cucharas de azúcar, y lo mezclamos todo bien.

Si lo desean pueden agregar bolitas de otras frutas veraniegas, como kiwi o melón y... ¡ya está! Basta servir bien frío y, si lo desean, adornar con unas hojas de menta o trozos de limón. Un postre de verano súper fácil y sencillo de preparar, pero muy sabroso. ¿No creen?