Mahomed Arai es un pirata somalí que fue enjuiciado y sentenciado a cadena perpetua a principios del año pasado, por disparar un arma de fuego contra el capitán de un barco surcoreano secuestrado en aguas somalíes, además de por otros actos de piratería.
Los casi 2 años de encarcelamiento en Corea cambiaron la vida del somalí en varios aspectos. Cuando fue extraditado, la mirada de Arai estaba llena de furia y recelo, mientras que ahora denota cierta tranquilidad y calma, lo que aseveran los 10 kg de peso que ha ganado durante la vida en prisión. Otro cambio observado en Arai y los otros somalíes encarcelados junto a él -por secuestro y encierro de marineros surcoreanos- es que han mejorado su capacidad de hablar en inglés; ya que dedican una importante parte de su jornada diaria a aprender coreano, con la ayuda de diccionarios somalí-inglés e inglés-coreano, ante la falta de un diccionario somalí-coreano. Arai dijo ser un fan de “Gangnam Style” y confesó que, si llegase a ser puesto en libertad condicional por mitigación de su pena, prefiere conseguir trabajo y vivir en Corea, antes que volver a Somalia y retomar su vida como pirata.