Llama la atención un artículo publicado en “The Verge”, un sitio web estadounidense especializado en tecnologías de la información y la comunicación, que dice que los aparatos 3D ya no parecen causar tanto furor entre los consumidores como antes.
El artículo señala que los dispositivos en los que se ha aplicado la tecnología 3D, ya no atraen tanto las miradas de los visitantes en la Feria Internacional de Electrónica de Consumo o CES 2013, actualmente en marcha en Las Vegas, EEUU.
En efecto, las empresas participantes ponen mayor énfasis en el nivel de definición, la belleza del diseño -en curva- y el empleo de diodos orgánicos emisores de luz, a la hora de promocionar sus productos, que en la tecnología 3D en sí. Ni la surcoreana Samsung ni la japonesa Sony, han dado un gran enfoque a la función 3D de sus cámaras o televisores digitales; sino que más bien recalcaban las otras funciones de sus dispositivos. ¿Puede ser una muestra de que la tecnología 3D sigue una tendencia a la baja, tras alcanzar su apogeo con la película Avatar en 2009? Pues no lo sabemos, pero todo apunta a que el 3D ya no se considera una característica esencial o que determine la calidad de un producto; sino un atributo secundario más bien prescindible.